El ocio nocturno «formal» e «informal» acapara los nuevos focos de Covid-19

Murcia se convierte en la primera comunidad que ordena el cierre masivo de locales sin terraza para tratar de atajar la transmisión
 

20 julio 2020 18:54 | Actualizado a 20 julio 2020 18:58
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La forma de transmisión del coronavirus en España cambia casi cada semana y ahora es el ocio nocturno más joven, tanto «formal» (en locales) como» informal» (botellones o fiestas privadas) el principal origen de los rebrotes, según los informes de Sanidad y de los rastreadores de las diferentes comunidades, que insisten en que se trata de focos mucho más difíciles de seguir que los racimos infectivos que se habían visto hasta ahora.

Durante la desescalada, allá por junio, los primeros nuevos y grandes rebrotes tuvieron como escenario Galicia y Murcia, que se vieron sacudidas por casos importados. Aquellos primeros brotes fueron relativamente fáciles de «perimetrar» porque fue sencillo el seguimiento de los pasajeros y sus contactos en España.

La segunda oleada de brotes fue la que afectó de lleno a colectivos desfavorecidos y especialmente vulnerables, por su incapacidad para aislarse, como fueron los temporeros de Lleida o Huesca o los inmigrantes sin papeles y ‘sin techo’ nacionales como los del centro de atención de Cruz Roja de Málaga.

Se trata de focos mucho más difíciles de seguir que los que se habían visto hasta ahora

Aquellos brotes, todavía no del todo controlados, pudieron ser atacados con confinamientos porque las poblaciones de riesgo en su mayoría estaban localizadas.

Poco después, la preocupación pasó a las reuniones familiares y reencuentros tras el confinamiento que dieron lugar a numerosos focos como Ordizia, Tudela, Ceuta, Socuéllamos, Burjassot. 

Pero esos encuentros familiares han quedado en segundo plano por la irrupción con fuerza de los brotes ligados al ocio nocturno formal e informal. Entre el 50 y el 80% de los brotes localizados la ultima quincena tendría el origen en este tipo de ocio juvenil (entre 20 y 40 años).

Con este panorama, Murcia se convirtió ayer en la primera comunidad autónoma de la ‘nueva normalidad’ en prohibir la apertura total de los locales de ocio nocturno que no cuenten con áreas abiertas, limitando la actividad por las noches a terrazas y a grupos de menos de 15 personas.

Otras comunidades estudian ya limitaciones similares y prohibiciones expresas de celebraciones multitudinarias tras el rosario de focos confirmados en las últimas horas ligados a ese ocio nocturno formal e informal como los nueve jóvenes infectados tras una macrofiesta en un domicilio de Cantabria en la que participaron 66 personas; los 83 positivos vinculados a la propagación en la discoteca de Córdoba; los 70 contagiados en un pub de Gandía que ha obligado al cierre de todos los locales de copas de la ciudad; los 51 contagiados y 1.200 personas vigiladas relacionadas con el brote de ocio nocturno en el barrio pamplonés de Mendillori; y el foco detectado en las celebraciones de la EBAU en Zarautz.

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