Gabriel Cruz, el niño desaparecido el martes de la semana pasada en Níjar (Almería), recibió ayer el cariño de unos 8.000 «pescaítos» –al pequeño le gustaba dibujar peces–, ciudadanos que participaron en la concentración convocada por sus padres en Almería para pedir que vuelva a casa.
Rodeados de miles de almerienses que llevaron «pescaítos» con mensajes de apoyo a Gabriel, los padres agradecieron a los asistentes un apoyo que les permite «estar de pie». «Sabemos que se hace todo lo posible, pero tenemos que hacer todavía un poquito más para ayudarle a que vuelva con nosotros, al colegio, a jugar con sus amigos y a volver a vivir», dijo su padre Ángel Cruz.