La vida ‘online’ se abre paso

El teletrabajo se ha instalado en la nueva normalidad ya con una cierta naturalidad. En los últimos años ya había hecho amago de hacerlo, pero con el confinamiento ha aprovechado la ocasión para hacerlo de manera definitiva. Se puede trabajar desde casa y ser productivo a la vez. Esto ya es un hecho y que va a cambiar las costumbres laborales de muchas empresas.

No solo está cambiando el modo de trabajar. Nuestro día a día está cambiando en muchos aspectos. Son muchas las actividades diarias que están comenzando a ganar peso de manera virtual, sin necesidad de ir al lugar presencial. En otras palabras, la economía se está digitalizando. Comprar el periódico, estudiar o hacer curso, comprar, hacer deporte… son muchas las actividades diarias que se están transformando y está obligando a las empresas a adaptarse. Algunas ya lo habían hecho, pero han tenido que potenciar todavía más su oferta telemática.

Leer el periódico es una de las costumbres más firmes de la sociedad. Informarse de la actualidad es un acto prácticamente instintivo. Todavía se vuelve más cuando se entra en un contexto de crisis. La forma de informarse mediante los medios está cambiando y el coronavirus ha sido el empujón definitivo. El papel está presente, pero leer los distintos periódicos de manera online es un hábito que ya ha terminado de desbancarlo. Para los más nostálgicos, está presente la opción de leer los diarios en versión papel vía online mediante algunas plataformas de pago.

Este contexto ha provocado que hayan apostado por monetizar sus webs. Pagar por informarse es un hábito todavía no demasiado instalado en España, pero que con esta cuarentena ha ganado muchos adeptos. El virus contribuirá a impulsar el mercado de las suscripciones digitales en nuestro país. Tesis que corroboran los datos de crecimiento registrados por aquellas publicaciones que presentan una estrategia de pago para sus usuarios.

Una nueva forma de cuidarse

El entrenamiento deportivo también ha cambiado. El hecho de no poder ir a los gimnasios y tener unas franjas horarias limitadas para salir a correr ha provocado que los entrenadores personales y los planes online sean más demandados. Hay gente que apuesta por una preparación gratuita mediante vídeos de entrenamiento de youtube, mientras que otros reclaman sesiones personalizadas de los entrenadores personales que ya tenían esta opción en su oferta.

Dentro del hábito de cuidarse, también están adaptándose los nutricionistas. Los planes online también han crecido en estas últimas semanas. Carlos es un vecino de Tarragona que ha aprovechado el confinamiento para seguir un plan online de nutrición. Entrenamientos, dietas semanales y seguimiento online… El resultado es el siguiente: «He perdido 22 kilos durante el confinamiento. No ha sido fácil adaptarse a la nueva manera de comer, pero el seguimiento online me ha parecido muy adecuado y fiable. Cada semana me hacía una valoración y me ha ido cambiando la dieta en función de los objetivos marcados».

Albert Martínez trabaja como nutricionista en NutriEstil&Esport. Allí lleva ya muchos años atendiendo a clientes, tanto deportistas de alto nivel como personas que se marcan distintos objetivos mediante su alimentación. Su consulta está situada en Sant Pere i Sant Pau, pero el coronavirus le ha obligado a apostar de manera firme por la consulta digital. «Era algo que siempre habíamos estado planteando, pero es que ahora se ha convertido en nuestra fuente principal de ingresos», explica el nutricionista.

El confinamiento ha provocado que la alternativa digital haya ganado adeptos y haya hecho perder el miedo por su apuesta, así lo confirma Martínez: «Hace un tiempo había dicho que no a posibles clientes porque el tema online lo encontraba frío, pero ahora el contexto era ideal para ello. El tiempo digital ha venido para quedarse».

Para realizar las videoconsultas utiliza distintas plataformas como son WhatsApp y Skype y lo cierto es que la respuesta a nivel personal y de clientes hasta el momento está siendo positiva: «En el contexto que hay no tenemos otra alternativa y lo cierto es que hemos encontrado muchas ventajas (Facilidades de horario, el paciente está en su entorno, se evita desplazamiento, mayor flexibilidad...)».

El comercio de proximidad también ha cambiado su manera de trabajar. Son muchos los pequeños comercios que han apostado por la compra a distancia. El cliente llama, pide y ellos se lo llevan a casa. Las personas de alto riesgo son las que han decidido encomendarse a este servicio durante la cuarentena. Es el caso de Concepción Andújar, de 103 años, que ha comprado en estas últimas semanas de manera telefónica al no poder salir de casa. La pescadería Pili y la carnicería Beltrán del Mercat Central le han suministrado los productos que necesitaba mediante una simple llamada telefónica.