Las infecciones de oído, un problema común entre los niños en verano

Entre un 80 y un 90% de los niños padecerá algún caso de infección durante sus primeros años de vida 

22 julio 2019 05:58 | Actualizado a 22 julio 2019 06:04
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La otitis es una infección del oído causada por inflamación e infección de la oreja media, la cual se encuentra situada detrás del tímpano. Conocida también como ‘oído del nadador’, la otitis se caracteriza por un dolor intenso, que en algunas ocasiones, puede ir acompañada de fiebre. 

Según la Asociación de Pediatría Española (APE) entre un 80 y un 90% de los niños padecerá algún caso de otitis durante sus primeros años de vida. Los niños y los bebés son los más vulnerables a sufrirla, sobre todo durante el invierno, pero, como durante la época estival pasan mucho tiempo en el agua, la infección aparece con frecuencia producida por el agua de la piscina o de la playa. 

En este sentido, el doctor Juan Carlos Ruiz de Galarreta, especialista otorrinolaringólogo en el Hospital Vithas San José (Álava), ha apuntado como principales consecuencias al calor, la humedad, el aumento de sudoración, los baños frecuentes o la práctica de deportes acuáticos, entre otros factores. Sin embargo, a ello se suma la contaminación del agua, lo que favorece la aparición del germen pseudomona aeruginosa, causante de esta dolencia. Asimismo, contribuyen otras circunstancias como la escasez de cerumen, padecer eccema crónico o tener conductos estrechos. 

Para evitar esta infección infantil tan habitual, Joan Francesc Horvath, responsable de Audiología en Òptica & Audilogia Universitària, enumera unas pautas de actuación para los niños en verano. La primera es evitar la entrada de agua en el conducto auditivo con la utilización de tapones de baño a medida. Se adaptan a la forma del oído independientemente de la medida de este. 

En segundo lugar, el experto aconseja vigilar que los pequeños no pasen mucho tiempo sumergidos en el agua y, en tercer lugar, en acabar el baño, inclinar su cabeza para que caiga el agua y secar las orejas, dando ligeros golpes o utilizando difusores de agua marina que limpian la zona de cualquier cuerpo extraño. 

Secar bien las orejas. Con mucho cuidado y sin apretar utilizando la esquina de la toalla o una gasa y que los niños propensos a padecer otitis prioricen el agua salada a la piscina, son otros de los consejos del especialista. 

En el caso de que la otitis se complique, es importante acudir a un pediatra para que estudie e caso y proponga el tratamiento más adecuado. 

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