Pena de muerte por torturar hasta la muerte a su hijastro de 8 años

La madre de Gabriel Fernández ha sido condenada a cadena perpetua y su pareja a pena capital por acabar con la vida del pequeño. El menor, de 8 años, murió el 2013 en California, tras sufrir un sinfin de torturas inimaginables por parte de su padrastro, que actuó sin que la madre lo evitara. 

Isauro Aguirre, de 37 años y Pearl Fernandez, de 34 han sido condenados por el juez de la Corte Superior de Los Angeles, George Lomeli. El hombre pasará el tiempo que le quede de vida en el Corredor de la Muerte de la cárcel de San Quintín por las palizas que daba al niño; le apaleaba, le obligaba a ingerir heces, no le daba de comer, lo quemaba con cigarrillos y le obligaba a dormir atado y amordazado dentro de un armario, entre otros maltratos.

Ambos fueron detenidos después que los servicios de emergencia acudieran a su domicilio y encontraran a Gabriel a punto de morir, con heridas de pistola de balines en las piernas, las costillas rotas y el cráneo fracturado. De hecho, el pequeño falleció a los dos días. Según los fiscales, el asesino creía que el menor era homosexual y "disfrutaba haciéndolo".