Salvar la Amazonía es posible cambiando los hábitos en casa

Volar menos en avión, comer menos carne o desperdiciar menos alimentos, algunas de las medidas

12 marzo 2019 11:43 | Actualizado a 12 marzo 2019 11:45
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Comer menos carne, tirar menos comida o reducir los viajes en avión son solo pequeños pasos en comparación con todo lo que pueden hacer los países para salvar la Amazonía, gran pulmón del planeta.

Conservar ese ecosistema requiere un cambio radical en los estilos de vida del mundo entero, aunque sea a miles de kilómetros de distancia, según expertos y organizaciones sociales reunidos el pasado fin de semana en un foro internacional en la localidad de San Miniato, en el centro de Italia. Todos ellos coincidieron en que la estabilidad del bosque tropical en los nueve países que comparten la cuenca amazónica está en grave riesgo por la expansión de la agricultura, la ganadería y la minería, actividades que alimentan el actual modelo de consumo. 

Se calcula que la deforestación de la Amazonía ha alcanzado casi el 17% de su vegetación en el último medio siglo, cerca del límite del 20%, que marcaría un punto de no retorno en la capacidad regenerativa de esa región. 

«Podemos comer y volar menos, pero esto es una cuestión política y todo lo que hagamos no será suficiente si no estamos todos convencidos», dijo a Efe Fritz Hinterberger, presidente del Instituto de Investigación para una Europa Sostenible (SERI, por sus siglas en inglés). 

La tala de árboles para sustituir la selva por cultivos como la soja, usada como pienso de animales, o el transporte contribuyen a la emisión de gases contaminantes y los bosques pueden precisamente ayudar a absorberlos, mitigando el calentamiento global. 

Según ese centro, para cumplir con el Acuerdo de París sobre clima, hace falta reducir las emisiones de carbono a una tonelada anual per cápita para 2050 (el nivel de Europa actualmente está en 8 toneladas) o, dicho de otro modo, 3 kilogramos al día. 

Un kilogramo de CO2 equivale a comer 200 gramos de cerdo, cantidad que en dos tercios proviene de la producción de soja en Latinoamérica, apuntó Hinterberger para ilustrar el impacto de ese tipo de dieta. 

A su juicio, la Unión Europea y otras economías avanzadas pueden tomar medidas para salvar la Amazonía, pero existe el riesgo de que las emisiones crezcan en otras partes del mundo, a menos que haya un cambio «global y estructural» a partir de la presión ciudadana.

Adoptar nuevos estilos de vida obligará a mejorar la eficiencia energética, elevar los impuestos a las actividades contaminantes, disminuir el consumo de carne y el desperdicio de alimentos, gastar menos y promover la producción local, entre otras alternativas.

Comentarios
Multimedia Diari