Torrent tiene hasta el lunes para decidir si retira el acta a Torra o desobedece al TS

El president avisa de que interpondrá querellas por presuntas calumnias contra quienes le acusan de «usurpador» y ejercen presiones «insostenibles» sobre el president del Parlament

25 enero 2020 11:10 | Actualizado a 27 enero 2020 11:29
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Toda la presión pesa sobre Roger Torrent, que tiene que decidir si retira el acta a Quim Torra o ignora a la Junta Electoral Central (JEC) y el lunes deja votar al president en el primer pleno del año en el Parlament. Cs y PP le han advertido de las consecuencias penales de desobedecer al Tribunal Supremo (TS), y consideran que el president dejará de serlo si cesa como diputado. De hecho, ya le consideran un «usurpador». Los letrados del Parlament determinaron que persiste la vigencia del informe que se les pidió hace unas semanas, en el que consideraban que la JEC no era competente para ordenar la inhabilitación de un diputado sobre el cual no pese una sentencia firme. Así las cosas, recuerdan que sus informes no son vinculantes y aseguran que retirar o no el acta a Torra es una «decisión política».

Torra descargó con fuerza contra la JEC, que el jueves dio 48 horas a Torrent para que ejecute la retirada del acta al líder nacionalista. En un comunicado muy duro emitido por el Palau de la Generalitat, el president arremetió contra la JEC, que a su juicio aprieta, «llegando a límites insostenibles e incompatibles con el Código Penal», al president del Parlament. Y amenazó con querellas por coacciones.

De cara a la parroquia independentista, Torra hizo una defensa cerrada del dirigente republicano. Aunque también quiso condicionar su posición. «La condición de diputado del president sólo le puede ser revocada, en caso de que exista sentencia firme, por el propio Parlament», avisó.

Torra cuenta «con toda la legitimidad democrática» para seguir ejerciendo el cargo para el que fue elegido, recordó el entorno del president. Una llamada a cerrar filas y a apretar al dirigente de ERC, declarado traidor número uno por JxCat desde que impidió la investidura a distancia de Puigdemont.

Torrent eludió ayer las cámaras. No acudió al Parlament en todo el día y guardó silencio absoluto. Su partido, ERC, también. La decisión es delicada para los republicanos. De entrada, el presidente del Parlament dejó discurrir los acontecimientos y dio vía libre a la convocatoria del pleno para las 15 h del lunes, con la previsión de que haya una votación (el proyecto de presupuesto del Parlament y de los órganos estatutarios para 2020). Torrent ha convocado a la Mesa del Parlament un poco antes del inicio del pleno de la cámara, a las 12.30 h.

Si Torrent decide seguir adelante, dará un balón de oxígeno a ERC, muy criticada en el independentismo próximo a JxCat, que le acusa de haber traicionado al Procés pactando con el PSOE. Pero Torrent no ha querido desobedecer resoluciones judiciales en dos años que lleva en el cargo, y ha tenido alguna oportunidad para hacerlo porque JxCat le ha puesto a prueba en varias ocasiones.

Si Torra finalmente vota como diputado en el pleno, puede haber consecuencias penales para Torrent (desobediencia) y para el president (usurpación de funciones) y puede colapsarse aún más la legislatura, que espera todavía a que el TS decida sobre la inhabilitación del jefe del Ejecutivo, lo que provocaría comicios o la elección de un sustituto. En el intervalo, todas las votaciones en las que participe Torra podrán ser impugnadas.

El PSC considera que el Parlament tiene que obedecer al TS y cumplir con la orden de la JEC de retirarle el acta de diputado, lo cual no quiere decir, defienden, que deba dejar de ser president.

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