A nivel planetario, uno de los principales retos que tenemos es la transición energética. Se trata de una revolución energética camino a un modelo más sostenible gracias a las fuentes renovables.
Entre los desafíos del problema energético uno de los que destaca es la reducción de emisiones. En este sentido la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera es uno de los aceleradores del calentamiento global que da pie al cambio climático, ya conocida como emergencia climática.
Poniendo la vista atrás, el Acuerdo de París, adoptado en diciembre de 2015, resultó un punto de inflexión de importancia histórica en la lucha contra el cambio climático. El pacto tiene como meta una transición a escala global que culmine en un modelo de desarrollo descarbonizado y resiliente al cambio climático.
Este acuerdo parisino define un objetivo para frenar el calentamiento planetario por debajo de los 2°C respecto de los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de temperatura de 1,5°C. Esto abre un abanico de oportunidades de actuación a todos los niveles con beneficios para las Administraciones Públicas y la sociedad.
Como sector, la energía evoluciona hacia un modelo digitalizado y sostenible, lejos de la descarbonización y los recursos fósiles. El impulso de las fuentes energéticas renovables cambiarán el mix de energía, la electrificación, la eficiencia energética y la concienciación del cliente.
A finales de 2019, la Comisión Europea presentó el Pacto Verde Europeo
, una hoja de ruta para hacer que la economía de la UE sea sostenible transformando los retos en materia de clima y medio ambiente en oportunidades en todas las áreas de actuación y haciendo que la transición sea justa e integradora para todos.
Con él se inicia la cuenta atrás para la revisión de todas las directivas, desde la de eficiencia energética hasta la de energías renovables, que marcarán el camino hacia el objetivo de emisiones cero de CO2 en 2050.
El Pacto Verde Europeo abarca todos los sectores de la economía, especialmente los del transporte, la energía, la agricultura, los edificios y las industrias, como las de la siderurgia, el cemento, las TIC, los textiles y los productos químicos.
En marzo, la Comisión pondrá en marcha el Pacto por el Clima para dar voz y cometido a los ciudadanos en el diseño de nuevas acciones, la difusión de información, el comienzo de iniciativas de base y la presentación de soluciones que otros puedan repetir.
Oportunidades de negocio
Lejos de la idea que solo las Administraciones apuestan por las renovables, el sector privado también moviliza fondos económicos para hacer de la transición energética una oportunidad de negocio.
La creación de puestos de trabajo vinculado a las energías renovables y la eficiencia energética aumenta. Desde 1990 en Europa se están reduciendo las emisiones de CO2, uno de los factores relevantes que muestra la descarbonización de la economía. Busca alterar lo mínimo los precios de la energía para mantener su competitividad económica en esta transición. En este escenario de relevancia de las renovables, adquiere un significado especial la eficiencia energética.
Los mercados eléctricos vendrán definidos por la digitalización, las smart homes y la reducción de la intensidad de la energía. Aparecen medidas económicas de finanzas sostenibles como los bonos verdes, vinculados a proyectos de eficiencia energética. Oportunidades para todos.
