Una ola de mujeres toma la calle en una huelga feminista histórica

La jornada ha logrado que en casas, bares y medios de comunicación se debata como nunca de conceptos casi siempre olvidados, como la brecha salarial, el techo de cristal, el acoso sexual o las trabas a la conciliación

09 marzo 2018 09:26 | Actualizado a 09 marzo 2018 09:34
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Cientos de miles de mujeres, acompañadas por miles de hombres, inundaron las calles de toda España como colofón a un Día Internacional de la Mujer histórico: la primera huelga general feminista realizada en España para exigir igualdad real.

Mujeres de todas las edades, profesiones y razas protagonizaron un 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, sin precedentes por su impacto social y también económico, dado que los sindicatos CCOO y UGT han cifrado en casi 6 millones el número de participantes en los paros.

La jornada supone un golpe encima de la mesa reivindicativo tras varias semanas en las que el feminismo ha logrado una victoria si cabe mayor: que en las casas, en los bares y en los medios de comunicación se haya debatido como nunca de conceptos casi siempre olvidados, como la brecha salarial, el techo de cristal, el acoso sexual o las trabas a la conciliación.

El éxito de la convocatoria se ha traducido en una riada de personas, en su mayor parte de mujeres, que han teñido de morado las calles de centenares de ciudades españolas. En alguna de ellas la movilización recordaba a las del 11-M o la guerra de Irak, según relataron a la agencia Efe los asistentes.

En  Barcelona se adelantó el comienzo por el desbordamiento de las previsiones

«Paramos para cambiarlo todo», «Si las mujeres paramos, se para el mundo» o «Vivas, libres y unidas por la igualad», fueron los lemas elegidos para unas protestas organizadas por la plataforma 8-M en las que el ambiente reivindicativo se ha mezclado con el festivo.

En Madrid, el recorrido estaba abarrotado una hora antes del inicio y la cabecera se tuvo que adelantar 500 metros, de la plaza de Atocha a la de Neptuno, para evitar el colapso.

El Metro dejó de parar en algunas estaciones y buena parte de los asistentes no han podido ni siquiera llegar al recorrido previsto, según ha podido comprobar Efe. Según la Delegación del Gobierno, eran 170.000 los asistentes.

En Barcelona también se adelantó el comienzo de la manifestación por el desbordamiento de las previsiones. Fue, según los organizadores, una de las mayores manifestaciones en los últimos años en la ciudad. En este caso, la Guardia Urbana cifró la asistencia en 200.000 personas, los organizadores en 600.000.

Imágenes similares se vieron en Valencia, Palma de Mallorca, Sevilla, Málaga, Vigo, Santiago de Compostela, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Pamplona o Toledo, entre otras muchas ciudades, a lo largo de todo el día.

La masiva concentración celebrada a mediodía en Bilbao ha sido una de las imágenes con la que The New York Times ha decidido ilustrar su información sobre la protesta mundial, que se ha extendido por 170 países.

Antes de que ocurriera todo eso, 5,9 millones de personas, sobre todo mujeres, pararon en los centros de trabajo en señal de protesta, bien secundando la huelga de 24 horas o bien optando por los paros parciales de dos horas.

El paro, según los sindicatos, afectó a diferentes sectores, incluido el ferroviario (con más de 100 trenes cancelados), la automoción, el sector agroalimentario, el comercio o los servicios públicos sanitarios y educativos.

En las ventanas de los edificios se vieron delantales colgando, símbolo, entre otras reivindicaciones, del trabajo no remunerado que las mujeres realizan en los hogares.

Parte del éxito de la convocatoria se debe al esfuerzo de difusión de las periodistas, uno de los colectivos que ha secundado el paro con más fuerza, con un impacto notable en las redacciones, entre ellas la de la Agencia Efe.

El paro llegó a lugares emblemáticos como el Teatro Real. La falta de personal técnico ha impedido representar Aída en el escenario y se ha optado por una versión concierto.

Tras la polémica política que ha precedido el 8 de marzo, casi todos los dirigentes políticos españoles exhibieron el lazo morado, si bien los miembros del Gobierno, del PP y de Ciudadanos no han secundado el paro, como sí han hecho la mayor parte de socialistas y dirigentes de Podemos.

El PP fue el único partido sin presencia política en las manifestaciones, aunque un destacado miembro del Ejecutivo, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, dijo estar «totalmente de acuerdo» con cualquier medida que sirva para luchar por la igualdad, incluida la huelga.

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