Una pareja de California ha sido acusada de múltiples cargos de tortura y abuso infantil con "fines sádicos" a sus diez hijos -entre los 4 meses y los 12 años- a los que habían encerrado bajo condiciones «horribles» en el sótano de la casa. Jonathan Allen, de 29 años, el padre de los niños, niega siete cargos de tortura y nueve acusaciones de abusar de los niños en su casa en Fairfield, al norte de San Francisco. La madre, Ina Rogers, de 31 años, fue acusada ayer de nueve cargos de abuso infantil, dijeron los fiscales.
Mientras, los niños se encuentran bajo la custodia de los Servicios de Bienestar Infantil del Condado de Solano. Fue la desaparición del hermano mayor lo que desencadenó la apertura del caso. Los pequeños convivían en una casa en «condiciones horribles» junto a sus padres: entre basura, alimentos podridos y heces. Es lo que se encontraron los agentes de la policía de Fairfield cuando inspeccionaron la vivienda tras hacerse cargo de la desaparición de uno de los menores. Al dar con él y devolverle a su hogar, encontraron a sus nueve hermanos en un panorama desolador.