Fernando Simón, un icono pop

He de admitir que siento una debilidad especial por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ese hombre que cada día se cuela en nuestro televisor con su pelo alborotado y su aspecto desaliñado para contarnos la evolución de la pandemia.

Me cae bien este señor. Me gusta que siempre intente ser didáctico, que diga lo que piensa y que no tenga el menor problema en pedir disculpas cuando se equivoca. Y me encanta que se haya convertido en un icono pop, con su cara reflejada en muros de diferentes ciudades, además de ilustrar camisetas, bolsas de playa y otros artículos de todo tipo.

Una situación a la que ni siquiera él, que tiene esa pinta de científico despistado, ha podido sustraerse. «Aunque no tengo redes sociales, no vivo fuera del mundo y, quiera o no, me llega todo», dice.

Y añade sentirse «encantado con que la gente que lo necesite aproveche mi imagen para establecer un negocio». De hecho, lejos de solicitar derechos de autor o alguna recompensa por el uso de su imagen, solo insinúa que «se pudiera dar un pequeño porcentaje de esos beneficios para oenegés, si les viene bien» a las personas que las venden.

Y promete que «cuando tenga un poquito de tiempo» contestará los cientos de cartas que ha recibido. Sí, es el hombre del momento. Todo un descubrimiento.