Nos sorprende tanto lo que sucede en el mundo islámico que no acabamos de creer lo que ven nuestros ojos, como fuera uno de los cuentos de Las mil y una noches, el de la alfombra voladora, capaz de trasladarnos de un lugar a otro en un abrir y cerrar de ojos.
En solo un día hemos visto como los yihadistas conmemoraron el primer aniversario del Estado Islámico, golpeando simultáneamente a sus enemigos en tres continentes: en Francia degollaron a un empresario; en Túnez acribillaron a 37 turistas en una playa; en Somalia mataron 30 militares de un cuartel… y en Kuwait a 25 fieles de una mezquita chií. Es decir: empresarios, turistas, militares y rezadores musulmanes.
El mundo contempla incrédulo las imágenes de niños crucificados, y personas ardiendo o ahogándose en una jaula. Lo mira y no hace nada, como si leyera un cuento: el del odio desplazándose en una alfombra voladora.