Ciudadanos, en caída libre

07 enero 2021 09:50 | Actualizado a 09 marzo 2021 19:56
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Algún analista ha comparado atinadamente la deserción de Lorena Roldán, de Ciudadanos, hacia el Partido Popular, después de que aquella ganara las primarias previas a las elecciones del 14-F y fuera sustituida arbitrariamente por Carlos Carrizosa, con la de Angel Garrido, que se pasó del PP a Ciudadanos cuando fue preterido al formarse la candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid tras ocuparla interinamente unos meses. El sentido de lealtad en la derecha es manifiestamente mejorable -ya se sabe, la izquierda tiene razón y la derecha entendimiento, según Moeller van der Buck-, aunque tampoco la izquierda puede exhibir una gran ejemplaridad.

El caso de Lorena Roldán, sin embargo, tiene un alto simbolismo ya que da idea de la entrada en rápida descomposición del partido que se fundó para contener la escalada nacionalista de la izquierda al encabezar Maragall el tripartito en términos que a muchos socialistas les parecieron inaceptables. Un movimiento intelectual surgido a instancias de caracterizados militantes o simpatizantes del PSC desembocó en un partido político encabezado por un autodidacta, Albert Rivera.

En las elecciones de abril de 2019, Albert Rivera consiguió 57 escaños, y pudo gobernar tranquilamente con el PSOE con el que reunía 180 escaños, pero se negó a ello y provoco nuevas elecciones en noviembre, en las que sufrió el peor castigo que el electorado ha deparado en esta democracia a partido alguno. Cs pasó de 57 escaños a 10.

Rivera se fue de la política y Arrimadas se ha quedado con los despojos, pero todo indica que el hundimiento es irreversible. La credibilidad de las propuestas de Ciudadanos, después de tantos errores y renuncios, es prácticamente nula.

Pocos dudan que el batacazo será mayúsculo en las elecciones catalanas, lo que favorece al PSC y también lo haría al PP si no hubiera irrumpido Vox en escena y no estuviera escrita la historia del exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que pesa como una losa sobre el PP catalán.

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