'Comemielda'

19 mayo 2017 20:24 | Actualizado a 21 mayo 2017 21:24
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Si van a Cuba y se integran con la población, no les será difícil oir de vez en cuando, sobre todo si uno está enojado con su compadre, «Este es un comemielda» (por la fonética peculiar que emplean en la isla), que en nuestro país se puede encuadrar en «mamón de mierda» refiriéndose a una persona boba, idiota o distraída. Término radicalmente despectivo cómo la mayoría de ciudadanos deben saber y que los cubanos de Miami la usan para referirse a los compadres de la isla.

También es un juego de naipes. Vamos que es un vocablo que tiene varios significados y que depende del contexto tiene un significado curioso. Con la que nos está cayendo a los ciudadanos de este país de chichinabo, tiene un especial significado y los políticos la están usando en su sentido básico, nos quieren hacer comer mucha mierda.

Muchos lectores se escandalizarán por el título de esta tribuna, aunque con los tiempos que corren, uno ya no se escandaliza de nada o de muy poco. Pretendo ser transgresor, punzante, llamar la atención, ya que parece ser que es cuando uno es más escuchado o leído, en este caso. En las nuevas maneras de hacer publicidad, marketing o como se le quiera llamar, hay que ser agresivos para atraer a los consumidores hacia lo que uno quiere vender o que un disponga de un minuto de gloria, hay que estar al loro.

Pero este escrito no pretende ser coloquial. Hoy me ciño a lo científico y hablaremos de una técnica que está dando muy buenos resultados en medicina. Indudablemente, lo podía haber titulado de una manera más fina, hubiera quedado más respetable, más académico, pero muchos no lo hubieran leído si lo titulo «trasplante de heces» que es lo que pretendo exponer.

Se trata de una nueva terapia revolucionaria para solucionar más de un problema médico y con el que bastantes pacientes se están viendo favorecidos. ¿Quién lo iba a decir que una cosa tan despectiva, repugnante y etiquetada psiquiátricamente como patológica, la denominada coprofagia, pueda ser en estos momentos solución a problemas médicos?

No es nada nuevo, los chinos usaban esta terapia ya por el siglo IV para tratar diversos males gastrointestinales. Sin embargo, es ahora cuando de manera científica se está tratando de paliar varios tipos de patologías, sobre todo intestinales. No piensen que es una cosa banal, detrás de esta terapia tan curiosa está el afamado Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT en inglés) y la empresa OpenBiome.

A mis alumnos les pregunto cuantas células componen nuestro organismo. Pocos se acercan al resultado final. Hasta hace poco les daba la cifra de un trillón, las investigaciones científicas reciente la rebajan a 30 billones de células y calculan que el 84% de ellas son células anucleadas o sea hematíes. Esto no es lo sorprendente, lo verdaderamente asombroso es la microbiota que tenemos.

En 1972 el microbiólogo americano Thomas Donnell Luchey calculó que por cada célula teníamos 10 bacterias, unos 100 billones. Estudios recientes publicados en Science las rebajan a 1.3 bacterias por célula, la gran mayoría ubicadas en el tracto gastrointestinal y en concreto en su parte terminal, el colon. Unas 100.000 bacterias por gramos de heces de las que 1/3 se eliminan con cada deposición. Vamos, que somos ricos sin saberlo.

Nuestra flora bacteriana o microbiota tiene un potencial importantísimo, de aquí su estudio. Entre esta flora tenemos a Clostridium difficile, que se halla en un 10% de la población sin causar patología, pero que puede producir toxinas y en consecuencia graves trastornos intestinales.

La solución actual, el trasplante de heces ya sea en cápsulas, purificadas y mezcladas con leche o suero, por nariz a través de sonda nasogástrica o por colonoscopia con implantes en colon. Lo podemos leer en artículos de divulgación publicados en El Mundo (Tu caca, tu cura), El País (La ciencia quiere tus heces), o bien «trasplante de popó» curan tu diarrea crónica. Si entramos en Google salen 170.000 citas, todo un record.

Tanto es así que ya se dispone en OpenBiome de banco de excrementos; donantes voluntarios a 40 dólares por acción; el importantísimo MIT valorando nuevos proyectos sobre todo con las bacterias del tracto gastrointestinal que modulan la actividad de nuestro sistema inmune, claves para que la inmunoterapia funcione y pueda ser activa para la curación del cáncer. ¡Lo que puede alumbrarnos la ciencia!

De momento, a pesar de que ya se conocía por lo menos desde el siglo IV, estamos en la edad oscura del microbioma. En los próximos años pueden salir nuevas revelaciones, todo es cuestión de estudio y de recursos, inteligencias tenemos.

En el futuro seguro que llegarán cócteles de bacterias específicas para cada enfermedad, pero aún no lo entendemos. Ya nada será despectivo y si a uno le llaman Comemielda será una palabra habitual. ¡Lo que cambian las cosas!

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