Cuentas atrasadas

La profesión de asesor político es mucho más lucrativa que la de ideólogo

19 mayo 2017 18:59 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:36
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Mirar hacia atrás con ira no solo nos conduce a la tristeza, sino a la tortícolis. Sabemos que el pasado es irreparable, pero creemos que se corrige cambiando los nombres de las calles y los partes de guerra de nuestros mayores, pero la Historia cuenta una de las formas en que las cosas pudieron suceder: precisamente en la que sucedieron. Ahora la palabra que más suena es «regeneración». Lástima que no la hayan hecho las generaciones que nos precedieron, pero hemos quedado en que nunca es tarde si la pena es buena. Además, todo se olvida antes que las facturas impagadas. Por eso el mejor sistema para permanecer en el recuerdo de los que vengan detrás es legarles algunas facturitas pendientes. Por suerte, no conozco a ningún responsable de la Fundación CEPS, pero se sabe que el Parlamento de Venezuela está investigando su generosidad y el dinero que abonó a los líderes, entonces noveles, de Podemos. A los que más temen los políticos que quieren asaltar el cielo es a perder el contacto con la tierra que pisan. Les da mucho más miedo que les hagan una auditoría que les hagan una fechoría sus rivales. La profesión de asesor político es mucho más lucrativa que la de ideólogo porque los asesores cobran y los que tienen ideas las prestan o las dan gratis. ¿A cuánto nos habrá salido el kilo de consejero? Todos los partidos disponen de muchos pero están diseminados y es imposible conocer su número. Los consejeros se regeneran por regeneración espontánea.

Las cuentas atrasadas crecen por su cuenta y para nuestro riesgo. ¿Cuánto debe España, después de reducir en Educación y en Sanidad? Ahora estamos distraidísimos con el fútbol y falta muy poco para que salgamos a la calle enarbolando pancartas que digan ‘¡Iniesta al poder!’, pero la fiesta balompédica se acaba y la pelota sigue en el tejado. Únicamente nos quedará el tema de la infanta, que no solo pide absolución sino una sanción para Manos Limpias. Ojalá no le pase nada malo a Miquel Roca. El veterano exnacionalista está haciendo lo que puede.

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