Desinformar en plena crisis

Menuda tarde la vivida el pasado sábado no sólo en los alrededores de Parc Central, sino en muchos espacios públicos de la ciudad de Tarragona. Unos 200 jóvenes procedentes de toda la demarcación, muchos de ellos llegados en tren, respondieron a la convocatoria realizada a través de las redes sociales para protagonizar un acto –léase fiesta– delante del centro comercial. Algunas fuentes apuntaban a que detrás había una protesta contra la labor de los vigilantes de seguridad del centro en contra de los rateros que cometen hurtos en las tiendas.

La convocatoria era tan pública y notoria que los Mossos d’Esquadra supieron de ella el viernes. Sin embargo, el sábado por la tarde un portavoz de la Policía Autonómica negaba rotundamente que el importante despliegue policial que había en Parc Central fuera a consecuencia del emplazamiento de los jóvenes. Argumentaba que era un dispositivo preventivo de fin de semana habitual en los puntos de aglomeración de gente. No fue hasta el día siguiente, y después de los bulos y notoriedad que la noticia tuvo en las redes, cuando finalmente a los Mossos d’Esquadra no les tocó otro remedio que confirmar lo que era un secreto a voces.

No es bueno que la Policía de Catalunya intente enmascarar una situación porque lo que en realidad está provocando es un efecto contrario, de recelo hacia la información que sale de dicho cuerpo. No seré yo quien diga cómo tiene que hacer su trabajo, pero sí que no intente tergiversar la realidad de lo que está ocurriendo.