Estados Unidos es el país de las exageraciones. Ahora tiene un candidato republicano, con los sondeos a favor, cuya fortuna solo palidece ante su locura. Donald Trump, a sus 69 años, aspira a ser presidente en 2016.
Colecciona casas y hoteles en Manhattan, donde tiene una manzana de 50 pisos de altura en la Quinta Avenida. Casado tres veces, Trump siempre busca protagonismo, por ejemplo cuando exigió a Obama su partida de nacimiento para ver si era americano, o cuando atacó al anterior candidato republicano John Mc Cain poniendo en duda su heroicidad asentada en sus cinco años de prisionero en Vietnam y sus torturas.
Es bruto hasta el punto de prometer construir un muro de 3.000 kilómetros en la frontera con México y asegurar que lo hará pagar a los mexicanos. En fin, un candidato loco que será batido por otros en su propio partido, quizá por Jeb Bush, que tampoco es una joya.