El enemigo, a 100 kilómetros

Se sabe que el negocio de Ryanair funciona gracias al dinero público. La aerolínea no solo manda en el cielo europeo, sino también en los aeropuerto en los que opera. Buena parte del turismo que reciben muchas regiones se sostienen gracias a Ryanair. Un ejemplo de ello es el aeropuerto de Reus, el tercer aeropuerto de Catalunya situado a 100 kilómetros de Barcelona. En 2013 pasaron por Reus 881.521 pasajeros de los que 622.812 volaron con la aerolínea irlandesa, un 70,6% del total. Un volumen de vuelos que consigue que una ciudad de algo más de 100.000 habitantes, tenga un aeropuerto en el puesto 21º de España. ¿Qué ocurriría si Ryanair se fuera? Sería la quiebra, un fracaso para el territorio y para las administraciones públicas; 700.000 turistas menos y un aeropuerto casi inútil, que solo se salva gracias a las compañías charter. Castellón, no es el rival. El enemigo es Barcelona.