Iñigo Errejón cada vez es más conocido, aunque algunos no recuerdan aún su nombre y aluden a él como el gafitas de Podemos, por su cara aniñada que no aparenta los 32 años que tiene este doctor en Ciencias Políticas.
Su figura ha crecido cuando se le ha visto capaz de discrepar de Pablo Iglesias, quien le nombró jefe de campaña de las elecciones europeas, interviniendo pues decisivamente en el gran salto que dio Podemos.
En recientes declaraciones ha dicho cosas sensatas, por ejemplo que su partido debe ser más amable; pero sobre todo, con respecto a la Transición, que sucedió cuando él aún no había nacido: «La Transición, con todos sus defectos, fue un éxito», y rechaza «analizarla desde un punto de vista melancólico que intente ganar batallas políticas 35 años después».
Si Iñigo Errejón mandara más que Iglesias en Podemos, los acuerdos con el PSOE, ahora imposibles, serían más fáciles.