El gesto de Nike con Pacquiao

Al boxeador filipino Manny Pacquiao puede que se le haya acabado el chollo de estar en nómina de una firma deportiva. Ya saben, los deportistas profesionales -especialmente los más mediáticos- complementan sus ya de por sí astronómicos sueldos con contratos de promoción con determinadas marcas deportivas. En el caso de Pacquiao, a Nike le ha faltado tiempo para anunciar públicamente que rescinde su contrato con el boxeador, después de que este se descolgase hace unos días con unos despreciables comentarios hacia los homosexuales, de los que dijo que «son peores que los animales». Nike ha calificado las palabras de Pacquiao de «aborrecibles» y ha recordado que se opone «ferozmente a la discriminación de cualquier tipo» y que la empresa tiene un largo historial de apoyo y defensa de la comunidad LGBT. Puede que más de uno estará pensando que la drástica decisión de la firma deportiva esconde intereses económicos y que tener en nómina a un homófobo como Pacquiao se le pueda acabar volviendo en contra. Pero, personalmente, aplaudo el gesto de Nike. El deporte de elite, a través de aquellos que lo practican, es un vehículo de transmisión de valores en el que muchas personas, especialmente los más pequeños, intentan reflejarse. Las grandes empresas deportivas lo saben y no pueden permitirse el lujo de patrocinar a deportistas que defienden ideas tan repugnantes como las del boxeador filipino quien, por cierto, ya ha pedido disculpas. Ahora hace falta que Pacquiao no encuentre refugio publicitario en otras marcas.