Entretenidos con la crisis entre Unió y Convergència, por poco se nos pasa el 200 aniversario de la batalla de Waterloo, en la que Napoleón fue derrotado, entre los días 15 y 18 de junio de 1815, por una coalición de británicos, holandeses y alemanes comandada por el duque de Wellington, que fue el héroe de Waterloo.
Era un inglés característico, con frases geniales, como esta: «El secreto del éxito de una batalla consiste en saber qué ocurre al otro lado de la colina», un homenaje a los servicios de información ya en una época lejana.
Dirigió a 67.661 soldados y desplegó sobre el terreno 156 cañones. La matanza por ambos bandos fue enorme, así que el Duque pudo pronunciar otra de sus sentencias históricas: «Sólo hay algo más triste que una batalla ganada: una batalla perdida».
Ojalá en nuestras actuales contiendas catalanas sin cañones no sea necesario repetir esta reflexión.