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El 11-S de 2012 una gran manifestación recorrió Barcelona impulsada por la ANC. Carme Forcadell acudió aquella misma noche al Parlament a exigir que pidiera la secesión de Catalunya con respecto a España.
Desde entonces –cabe recordar aquel posterior «President posi les urnes»– Artur Mas se aplicó a hacer lo que Forcadell decía, aceptando el fondo y guardándose para sí la forma: la astucia.
Carme Forcadell, nacida en Xerta, profesora de 62 años, ha sido la musa del procés, una mujer de apariencia débil, pero con carácter y convicciones fuertes.
Ayer renunció a presidir de nuevo el Parlament. Dio un paso al lado, que se suma, en menos de una semana, al de Mundó y Mas. Sus decisiones son invitaciones a que Puigdemont considere si también debe dar este paso.
