El rapto de Europa

Según la leyenda, Zeus, padre de los dioses griegos, se disfrazó de toro blanco y raptó a la princesa Europa mientras jugaba con otras muchachas. Al principio se mostró manso con ellas, dejó que le ataran flores en los cuernos y que la joven princesa, de la que se había enamorado, montara sobre su lomo. Entonces el toro emprendió una carrera inacabable. El padre de la raptada, rey de Tiro, la buscó con desespero por diversos lugares, que hoy se llaman Francia, Alemania, Italia… y como la gente le oyera gritar por todas partes «¡Europa!, ¡Europa!», llamó de este modo al continente.

Unos milenios más tarde, la leyenda habría que cambiarla. No es un dios griego quien rapta a la joven Europa, sino la vieja Europa la que pretende raptar a la princesa Grecia.

Así lo presenta Tsipras en el referéndum del domingo, alentando a su pueblo a no dejarse seducir por el toro blanco de la Troika.