‘Iremos a buscarlos’

¡Hola vecinos! La Justicia ha ordenado la devolución a Aragón, antes del 15 de febrero, de las 111 piezas de arte sacro aragonesas que mantiene retenidas el Museo de Lérida. Y sentencia a favor del obispo Pérez, de Barbastro-Monzón, frente al obispo Giménez, de Lérida. Dos hombres y un destino, Pat Garrett & Billy the kid, Duelo de titanes, Duelo -episcopal- al sol. Javier Lambán, presidente de Aragón ha advertido: «si Cataluña no devuelve los bienes, iremos a buscarlos».

¿Cómo iremos a buscarlos? ¿Quiénes iremos? ¿Cuándo? ¿En qué plan iremos: en plan Marcha Verde de 350.000 marroquíes sobre el Sáhara Occidental en 1975 o más al estilo Venid y vamos todos con flores a María? ¿De buenas o a las malas? ¿Va a ser obligatorio ir a buscar los bienes o se puede alegar objeción de conciencia, pies planos, condición de pensionista, enfermedad crónica, inutilidad o, simplemente, que no me da la gana ir y que vaya otro, que yo paso? ¡Cuántas inquietudes sin aclarar por Lambán! Qué poco falta para el 15 de febrero. Y qué nula intención de acatar la sentencia parecen tener el obispo Giménez y la Generalitat. ¿Deberé ir a por los bienes? ¿En el AVE, andando, con camiones de ‘Mudanzas Molinero de entre todos el primero’? Aquí, en Aragón, no se informa a la población acerca de cómo iremos a buscar los bienes el 16 de febrero. Luego vendrán las prisas, ya vas a ver.

De momento, será difícil que nos presentemos de repente en la cuna del cargol a la llauna. Entre otras cosas porque estamos perimetrados hasta el cogote. Perimetrados en lo local, provincial y autonómico. Se nos tendrá que facilitar un salvoconducto específico de: «Ir a buscar los bienes y devolverlos al lugar de donde nunca debieron salir». En castellano y en catalán, para no tener problemas pasado Fraga. Un detalle a resolver -pienso yo, en mis pocas luces- será la vacunación previa contra el SARS Covid-2 de la expedición al completo, saltándonos el turno como si fuéramos el consejero de Sanidad de Murcia y su departamento administrativo. Sin vacuna y correspondiente revacuna, el rescate a las bravas del arte sacro aragonés puede desatar todavía más los índices de la pandemia. No se necesita ser Fernando Simón para saberlo.

En fin, que lo natural sería que no nos viéramos en la tesitura que advierte Javier Lambán. La Justicia, la buena vecindad, la lógica, el respeto a la ley y a la convivencia por encima del interés político, resultan fundamentales para el bien común. Si vamos a Lérida que sea a hacer turismo, negocios, a comer caracoles, a llevar al obispo Giménez unas frutas de Aragón escarchadas y revestidas de chocolate, en lugar de un adoquín de caramelo más gordo que su cabeza.