La Diada más dividida

Catalunya vive hoy su Diada más fragmentada desde la recuperación de la democracia y desde que el Parlament, en su primera ley, instituyera el 11 de Setembre como la fiesta nacional de Catalunya. La decisión del president de la Generalitat, Artur Mas, de fijar la fecha electoral el 27 de septiembre ha hecho coincidir el inicio de la campaña con el Onze de Setembre. No fue una decisión casual. La maniobra tenía un claro sesgo partidista que ha significado el secuestro de la Diada por parte delas fuerzas que concurren a los comicios en la candidatura del Junts pel Sí. El carácter electoral y partidista de la Diada de hoy fue corroborado anoche por la Junta Electoral Central al considerar la manifestación de hoy en Barcelona, no como un acontecimiento institucional, sino partidista y por tanto obliga a los medios de comunicación públicos a compensar a los partidos que no forman parte del Junts pel Sí con tiempo y espacios similares en días festivos durante el período de campaña electoral. Ciertamente es un fallo de difícil aplicación, pero que consagra la división en que se encuentra sumida en estos momentos la sociedad catalana. Una división que refleja también la encuesta del CIS. La mayoría que obtienen los partidos independentistas es muy ajustada, hecho que, de confirmarse el 27-S, acentuará la división social, complicará la gobernación y, por añadidura, dificultará encontrar una solución al embrollo que vive Catalunya.