La Unidad de Hemodinámica del Joan XXIIII

Sin asombro alguno por mi parte, leo en el Diari del 6 de enero la lamentable noticia del fallecimiento del Sr. Gherón, farmacéutico de Torreforta, y las circunstancias en las cuales sucedió. Cuando digo “sin asombro alguno por mi parte” no lo digo sin pensar en la trascendencia del óbito, del ser fallecido, de su familia y amigos. Lo digo porque yo sufrí una situación parecida hace cuatro años, cuando la Unidad de Hemodinámica del Hospital Joan XXIII cerraba su servicio a las 17 horas. Mi ingreso fue a las 13.45h, sufrí un infarto, fallecí, y me retornaron a la vida. Posteriormente me explicaron que no hubiera soportado el traslado a Barcelona. En mi mente guardo un agradecimiento perenne a médicos, enfermeras y resto de personal.

Desde los recortes en los horarios por parte del Govern, encaminados al ahorro, temí que se cometerían estas negligencias. Las protestas de los sindicatos han sido continuas, pero solo han conseguido que se amplíe el horario de la Unidad de Hemodinámica del hospital hasta las 20 horas. La petición de que este servicio sea de 24 horas es continua en Tarragona y Terres de l’Ebre. El fallecimiento del Sr. Gherón certifica la necesidad humana y moral de su aplicación, de olvidarse del ahorro y de pensar en el ser que sufre y en la vida humana. Vaya todo esto a la conciencia del Govern y del Parlament.