La margarita de la prisión

Las administraciones, sean las que sean, quieren tener cuantas más instalaciones o equipamientos mejor. Normal, entra dentro de la lógica, como me pasaría a mí. Pero reconozco que no soy como ellas. El Ayuntamiento de Tarragona se peleó durante mucho tiempo con el Gobierno central para conseguir el edificio del Banco de España. Bueno, finalmente ya es suyo. ¿Y? Ahí está viendo pasar el tiempo, como canta la gran Ana Belén. Algo parecido pasa con la antigua Tabacalera y con el viejo bloque de la Facultat de Lletres. En estos dos casos, sí que parte de las instalaciones están siendo usadas, pero queda mucho espacio por aprovechar.

¿Y la Generalitat qué va a hacer con el viejo centro penitenciario de la avenida D’Argentina? Parece como si cada vez que hay un titular nuevo en el Departament de Justícia se produzca un nuevo planteamiento. El actual conseller dijo hace unos días que su intención era traspasar el solar y, con el dinero, construir un centro abierto nuevo y con el sobrante poder levantar de una vez el Palau de Justícia o Fòrum Judicial. Pero ésta no era la promesa de los vecinos, que siempre han reivindicado un espacio para ocio de 11.000 metros cuadrados. Existe un acuerdo para que el solar pase a manos del Ayuntamiento y éste, a cambio, ceda un espacio a la Generalitat para construir el Centre Obert.

Pero seguramente pasarán los años y seguirán deshojando la margarita para ver qué hacer con el actual recinto. Es una lástima tarden años en conseguir unas instalaciones y que después perduren en el olvido sobre cuál tiene que ser un futuro.