Las dos caras del Nàstic

El Nàstic inició la era post Rocha con un empate en el Carlos Belmonte que permite a los granas situarse sextos, posición que ahora mismo le permitiría jugar la promoción por el ascenso a la Primera División. El partido no fue nada fácil después una semana tan movida con el adiós de David Rocha, un símbolo en el vestuario y el jugador de campo con más minutos no sólo esta temporada, sino también las dos anteriores.

Pocos clubs dejarían escapar por un traspaso casi simbólico al cerebro del equipo y una pieza tan clave en los esquemas de Vicente Moreno. El Nàstic, en ese sentido, se ha portado como un señor ante la voluntad del propio futbolista de cambiar de aires por la buena oportunidad profesional que supone su fichaje por el Houston, con el añadido que puede ayudarle a resolver además un problema personal.

Discrepo sin embargo con la decisión tomada por el Nàstic con Jordi Calavera. Apartarle del primer equipo, obligarle a entrenar con el filial y prohibir a Moreno que pueda convocarle por no querer renovar es privarle de sus derechos como futbolista.Cada uno es libre de elegir su futuro, faltaría más. Lo ha hecho Rocha, lo ha hecho el Nàstic en multitud de ocasiones cuando ha rescindido a jugadores con contrato y puede hacerloCalavera.

Estoy seguro que Jordi se vaciaría como el que más hasta final de temporada en ese reto tan apasionante que tiene el club por alcanzar el play-off de ascenso a Primera. Nadie puede sentir más el nastiquisme que un jugador de la cantera que lo ha vivido desde abajo, incluso decidiendo marcharse llegado el momento.