Les cartes al director del dia

La sanidad en Tarragona

El conseller Comín –copia exacta y funesta del anterior conseller, experto en recortes a conciencia– nos obsequia ahora con la esperpéntica noticia de una importante inversión para un nuevo edificio en el Hospital Joan XXIII, que entrará en funcionamiento en 2021,cuan largo me lo fiáis.

Nos dice también que el nuevo Hospital costará 47 millones. ¿A quién quiere engañar? Él mismo admite que el Sant Joan costó 170 millones, por lo que está claro dónde van las prioridades del conseller y de la Generalitat. Es público y notorio que el mastodóntico Sant Joan pierde millones de euros cada año, está medio vacío y no se sabe muy bien que hacer allí. Pues dicho y hecho, aunque la Generalitat no lo diga claro, va a poner el dinero necesario para que pase dicho Hospital al ICS, con lo que podrán enmascararse estas pérdidas dentro de los presupuestos de dicha Institución. Será la referencia comarcal oncológica y hematológica, faltaría más.

Eso sí, el Joan XXIII operará «casos complejos y tumores poco frecuentes». Mientras los pacientes de Tarragona y su área serán atendidos, como no, en Reus. Esto es lo que podemos esperar del Plan Estratégico del Camp de Tarragona.

Nuestra ciudad no tiene que aceptar las constantes imposiciones de la Generalitat en Sanidad y otros temas candentes, pero en el caso del Hospital, si hay que gastar dinero tiene que hacerlo en un nueva instalación, posiblemente en la Budallera.

Personalmente, estoy harto de que siempre se beneficie a los mismos, y por encima de todo que Tarragona no cuente para nada. Nos han colgado el sambenito de que no somos emprendedores, no sabemos vender en nuestras tiendas, algo de esto hay, pero no para que poco a poco se nos vaya borrando del mapa.

A la Generalitat le digo, como ciudadano y tarraconense, que Tarragona tiene los mismos derechos que cualquier ciudad de Catalunya, y le echo en cara que es la única provincia catalana a la que han partido por la mitad, mucho antes de que entren en vigor las veguerías, por lo menos es lo que se desprende de los medios y sobre todo de la televisión oficial catalana. No nos engañen más, pongan en marcha un hospital de nuevo cuño, también la Ciudad Judicial, y dejo por inútil innumerables temas de competencia de la Generalitat, porque es perder el tiempo y quizás no es el momento ahora mismo.

Al conseller Comín, que sigue puntualmente lo que se le indica desde arriba, le pido que no se acerque por aquí a contar cuentos, salvo que venga con honradez, con la verdad por delante, y no engatuse a los políticos locales que le reciben como al portador de un nuevo Plan Marshall.

Josep Ferré (Tarragona)

Amics de l’Institut Jaume Balmes

Un grup de persones, vinculades, a aquest centre, creat a Barcelona el 1845, hem fundat l’Associació d’Amics de l’institut Jaume Balmes amb tal de potenciar encara més aquesta prestigiosa institució dedicada a l’educació i formació d’adolescents i joves, des de la cultura, des de les humanitats, des de la ciència, des de la saviesa i educació, i també amb una mirada il·lusionant vers la celebració del seu 175è aniversari el 2.020.

Per tal d’endegar el projecte, convidem tots els interessats a una 1a assemblea, a l’institut, el 26/10/16, a les 19 h. Pregonem la iniciativa amb il·lusió perquè volem que sigui un centre educatiu de referència i de qualitat, en el foment dels valors humans, cívics, humanístics, científics al servei de la ciutat, del país, d’arreu i de la societat del segle XXI, tot formant futurs ciutadans i ciutadanes amb els seus drets i deures. Hom hi pot contactar ja i omplir, si vol, un formulari: www.jaumebalmes.net/p/amics.html

Dr. Carles Bastons Vivancos

(Salou)

¿No se puede imponer la solidaridad?

Resulta falaz el argumento de que no se puede imponer la solidaridad, ya que la Unión Europea es precisamente eso: solidaridad institucionalizada. Sin ese pilar el proyecto europeo pierde su razón de ser. Tiene razón el primer ministro luxemburgués al sugerir el cierre de todas las fronteras durante 24 horas. Así los europeos podríamos darnos cuenta de lo mucho que está en juego.

Lluís Esquena Romaguera

(Torroella de Montgrí)