Los ´enemigos´ del proceso catalán

El ´proceso´ catalán tiene dos grandes enemigos: España y Europa, según Artur Mas

19 mayo 2017 22:57 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:26
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El ‘proceso’ catalán hacia la independencia, que lanzó Artur Mas (CiU) hace dos años con apoyo de Oriol Junqueras (ERC), puede encontrarse empantanado y sin salida, a causa de los dos grandes e insalvables enemigos: España y Europa. No lo decimos nosotros, sino el mismo Artur Mas en una entrevista con Xavier Sardá, en BTV (Barcelona TV).

Sin embargo, Artur Mas añadió que «el proceso no puede dar marchas atrás», «por incierto que sea el camino», pues de hacerlo «quedaríamos arrasados». Son unas declaraciones clarificadoras aunque sorprendentes.

Es decir, el ‘proceso’ va a continuar cueste lo que cueste. Y de momento cuesta en términos de inversiones extranjeras a Catalunya –una quinta parte de las que llegan a Madrid– lo que se traducirá en términos de PIB en pocos años. La inestabilidad política y la incertidumbre cara el futuro castigan, como siempre, las inversiones. Claro que los independentistas no lo reconocen y dicen que es coyuntural.

No hace ni tres años, en el año 2012, la gran pancarta de la manifestación del 11 de Septiembre, Diada Nacional de Catalunya, decía: ‘Catalunya, nou Estat d’Europa’. Ya se sabía entonces que era una temeridad decir que independencia significaba seguir en Europa y el euro, pero eras más bonito oír los cantos de sirena del independentismo, en lugar de decir la verdad a los catalanes o simplemente tocar la realidad.

Catalunya, hemos dicho repetidas veces, nunca será independiente sin el acuerdo con Europa y con España. Y como Europa está formada por la unión de Estados, sin el reconocimiento de la independencia por parte de Madrid no habrá reconocimiento de Bruselas. Decir otra cosa es engañar a la gente. Y es una pena, porque Catalunya siempre ha sido un territorio europeísta: ha formado parte de Europa no solo por la historia, sino por su modo de ser, tolerante y emprendedor.

Entonces, ¿qué va a hacer Artur Mas? ¿Morir con las botas puestas? Creemos que no tiene otra salida que irse cuando sea derrotado por las urnas o por los de su propio partido y coalición. Falta celebrar las elecciones municipales el 24 de mayo, y después las autonómicas que están previstas (no convocadas) para el 27 de septiembre. Y para remate, las legislativas, para finales de año o primeros del año próximo.

¿Qué va a pasar? Artur Mas y Oriol Junqueras deberán mantener viva, vivísima, la llama de la independencia, en la calle y en los medios. En la calle es más difícil; en los medios será fácil pues los públicos están controlados por el Govern y muchos privados o son ideológicamente afines, o son subvencionados. Ya lo han hecho en el último año: están entrenados, aunque no hayan ganado un solo adepto a la independencia, sino más bien se ha retrocedido.

Ahora ya cuela menos aquello de que ‘Europa nos necesita’ que coreaban los independentistas, pues hasta ahora Bruselas no ha pestañeado ante las presiones y campañas que le han hecho llegar desde Catalunya. Pero siguen habiendo muchos catalanes que se lo creen… Al principio, el independentismo soñaba con una intervención del ejército español y se encontró con recursos jurídicos a los tribunales.

En este periodo electoral, no existe una oposición articulada al independentismo, aunque sea mayoritaria en las urnas, pero tampoco el independentismo se siente tan fuerte como para declarar unilateralmente la independencia. O sea que se ha creado una importante bolsa de ciudadanos irreductible (entre el 25 y el 30 por ciento) que hace difícil cualquier solución negociada dado el radicalismo al que se ha llegado.

Ahora la independentista ANC (Assemblea Nacional de Catalunya), liderada por Carme Forcadell, deberá cambiar de arriba abajo la dirección, según los estatutos, y dejar paso a un nuevo líder que se cree será Jordi Sànchez, antiguo dirigente y portavoz de ‘La Crida’, un grupo radical independentista que en su día apoyó a la organización terrorista Terra Lliure, y que ahora está en Iniciativa per Catalunya y es adjunto al Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán) actual, el comunista Rafael Ribó, elegido por el tripartito catalán. Jordi Sànchez ya no está para ir por los montes, pues se ha acostumbrado a los despachos.

Será un año de muchas novedades, no exento de tensiones como se está viendo.

Comentarios
Multimedia Diari