En 2018 hubo en España 135 atropellos mortales de peatones. La culpa en dos de cada tres fue de algún conductor. En el tercio restante, en el que el peatón tuvo el fallo, el 98% fue por mirar el móvil o llevar cascos de música.
Para resolverlo, Nueva York multa al que vean cruzar la calle mirando el móvil. Y en Francia se ultima un sistema de ultrasonidos para evitar atropellos, al menos por tranvías y autobuses. Estos llevarán una aplicación que cuando toquen el claxon, los que van con la música en la oreja oirán una fuerte advertencia, y los que miran el móvil, una alarma de atropello inminente.
Apostaría a que no funcionará. En cualquier caso es llamativo que la tecnología tenga que suplir al sentido de responsabilidad de una persona.