Plaça de la Font vs Font del Centenari

La magia y el arte de vivir en el riesgo

Lo más parecido a la magia que se ha visto en el Madrid fueron aquellas bicicletas de infausto recuerdo de Robinho –el triatleta le llamaban– en Cádiz. En el Barça siempre hemos convivido con ella, y este fin de semana, ante el Eibar, ha habido otra demostración, en este caso a cargo de Neymar. El Barça siempre llegará a la portería bailando, dando 48 toques y alegre, aunque tenga un sinfín de bajas y aunque luego venga Luis Suárez, con su contundencia, a marcar goles de tres en tres. Aún siento tu miedo en el cuerpo, después del tremendo gol de Nolito –Keylor Navas aún la busca– y la zozobra merengue en Vigo, pero te comprendo. En el Barça vivimos tiempos entretenidos porque andamos al filo de la navaja, teniendo que remontar ante modestos, padeciendo y, en el fondo, sintiéndonos vivos. Prefiero complicarme la vida y abrazar el riesgo, en lugar de crecer abonado al 0-0 –el otro día un nuevo empate sin goles, ante el PSG– y al plúmbeo pensamiento de fútbol de Rafa Benítez.- Raúl Cosano

Una exhibición y una de fantasmas

Allá donde el Celta os clavó cuatro, donde el Barcelona protagonizó su enésimo ridículo, donde regresó el mejor Real Madrid, pongamos que hablo de Balaídos. Mira por donde, me ha salido una nueva versión del temazo Pongamos que hablo de Madrid de Joaquín Sabina. Será que el partidazo del Madrid en Vigo me inspira. En el mismo campo, sobre el mismo césped donde, hace un mes, Messi agachó las orejas y Ter Stegen desafinó más que Jesulín de Ubrique, el líder salió aún más líder con una exhibición sólo al alcance de los elegidos. Con Cristiano Ronaldo enchufado (no como Neymar, que no las huele) y con los chavales de la cantera Jesé y Lucas Vázquez tirando del carro ¿La Masia sigue abierta o ha cerrado por goteras? Y resulta que el Barcelona ve fantasmas por todas partes y va y le marca un gol (el del empate) al Eibar en doble fuera de juego. Ay estos árbitros, Mascherano le tendría que haber dicho al juez de línea la concha de... San Sebastián y aquí paz y después gloria. Valors y tal.- Javier Díaz