Preparar la pospandemia

Es el momento de acelerar las vacunaciones y comenzar a adaptarse a un futuro que obligará a un cambio de hábitos

07 abril 2021 09:00 | Actualizado a 07 abril 2021 09:15
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Seguramente, cuando la amenaza del coronavirus continúa viva y latente, aún es pronto para hablar de la pospandemia, aunque nunca viene mal anticiparse al futuro. El anuncio de que no se prorrogará el estado de alarma más allá del 9 de mayo y sobre todo la llegada de las vacunas y la aparente mayor concienciación en torno a la prioridad de inmunizar a la máxima cantidad de personas en el menor tiempo posible acentúan la esperanza en torno a un verano ‘normal’ en el que podamos recuperar la ilusión con la convicción de que todo tiene su final y su principio, que es el que empieza a preocupar.

El final de la pandemia está en manos de las autoridades, de los expertos y de nosotros mismos, los ciudadanos que nos olvidamos a menudo de nuestras responsabilidades. Es el momento de acelerar las vacunaciones, de invertir en ello el mayor esfuerzo económico y social. Y, por supuesto, es imprescindible que nos mentalicemos de que la pandemia nos exige algo más que cumplir la obligación de salir a la calle con mascarilla y respetar las medidas contra los contagios.

Pero también es el momento de empezar a plantearse otras cuestiones. La primera, quizás, asumir que tendrán que cambiar y modificarse muchas cosas, empezando por nuestros hábitos y costumbres. Hay que adaptarse a lo que viene, empezando por los avances tecnológicos y el pragmatismo económico frente al populismo y el utopismo. La evolución de la economía es esencial y para conseguirlo se impone estimularla para salir de la crisis. Es absurdo a estas alturas seguir defendiendo sistemas más que fracasados y olvidarse de que es la industria la que genera más desarrollo y crea puestos de trabajo. La nueva realidad a la que nos enfrentamos tiene que irse imponiendo sin levantar los pies de suelo, partiendo de lo que hay, por supuesto, con la convicción de que partimos de una herencia que aprovechar y cambiar al mismo tiempo. Vivimos, a pesar de todo, el honor de disfrutar de un cambio de era y hemos de aprovechar para que la próxima sea mejor.

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