Qué fue de aquel 15M

Los nuevos universitarios sin esperanza de un aceptable contrato laboral y acuciados por una ineludible tendencia a independizarse de la familia, están condenados a sufrir las consecuencias de unos gobiernos que solo se preocuparon de engordar su clientelismo y multiplicar el funcionariado
 

26 junio 2021 11:20 | Actualizado a 26 junio 2021 11:32
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Uno recuerda aquel 15 de mayo de 2011 cuando el llamado movimiento de los indignados se manifestó con acampadas, primero en la Puerta del Sol y en la Plaza de Catalunya y luego en plazas de mucha ciudades del territorio. Fue un movimiento transversal en el que una gran parte de la sociedad desencantada, sin una representación formal de diversos colectivos, pretendía reivindicar de forma pacífica una mayor democracia, rechazo a la corrupción política, a los desahucios y el desempleo favorecido por un enquistado bipartidismo y una acusada crisis económica.

De aquel movimiento surgió pocos años después, un intento de nuevas formaciones políticas, pero fueron los más listos de la clase, uno diría de la facultad de Ciencias Políticas, con nombres como Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero e Iñigo Rejón, quienes supieron aprovechar la oportunidad del descontento general del país y el movimiento del 15M que ponía en bandeja tres años después, el marco ambiental para crear un nuevo partido político. Así surgió Podemos, un partido situado en principio entre la izquierda y la extrema izquierda y que en 2014 consiguió cinco escaños en los comicios europeos, siendo su secretario general Pablo Iglesias, cargo que ha ostentado durante siete años hasta 2021

No cabe duda de que estos personajes han sabido situarse en el espectro político, gozar de sus beneficios, acomodándose y olvidar los principios que tanto predicaban, en defensa del proletariado con eslogan como «sí se puede».

La deriva de Podemos, actualmente Unidas Podemos, tiene su lógica por mucho que sus incondicionales estuviesen en la higuera y les concediesen su apoyo, finalmente han madurado al observar la incoherencia de su líder haciendo lo contrario de sus soflamas sociales, apresurándose a incluirse en la criticada casta, o abrazar un aburguesamiento vergonzoso. Un engaño que solo ha servido a sus intereses, traicionando a todos sus votantes.

La lección nunca se aprende cuando la pura ideología de los partidos político pone una venda en los ojos de sus militantes, condicionando el pensamiento individual y supeditando su libertad al férreo control político.

Hoy el 15M es un mito desvanecido, una ensoñación que duró tres meses. La idea de izquierda o derecha solo tiene un sentido estético cuando se vive en una realidad económica familiar o personal más que aceptable

Por otra parte, el activista de izquierdas ha quedado desacreditado de forma evidente, incluso algún sector «pijo» joven progre, bien acomodado que votaba a un Unidas Podemos en declive, aun impartiendo lecciones democráticas y de justicia social desde una atalaya hipócrita e interesada y una perspectiva superior aduciendo un rigor moral de que los demás carecíamos.

Son estos jóvenes burgueses de izquierda que tachan a todo el que se opone a alguna de sus reivindicaciones peregrinas, de fascista. Es una forma de proteger su incoherencia con su militancia y forma de vida. El activista utiliza hoy el arma retórica en las redes sociales para movilizar a las masas ocultando su estatus.

Hoy el 15M es un mito desvanecido, una ensoñación que duró tres meses. La idea de izquierda o derecha solo tiene un sentido estético cuando se vive en una realidad económica familiar o personal más que aceptable. Que nadie se llame a engaño, detrás de una crisis económica galopante surgen jóvenes activistas creyendo tener derecho a todo y con la convicción de estar en posesión de la verdad. Los nuevos universitarios sin esperanza de un aceptable contrato laboral y acuciados por una ineludible tendencia a independizarse de la familia, están condenados a sufrir las consecuencias de unos gobiernos que solo se preocuparon de engordar su clientelismo, el aparato del partido y multiplicar el funcionariado.

Comentarios
Multimedia Diari