Reinar y actuar

Cuál es la diferencia entre reinar y gobernar? Pienso primero que debe ser la intensidad (si se manda con autoridad se gobierna, así que quien reina, pero no gobierna manda, pero sin ser abusón). Lo segundo, el ámbito de la aplicación: quien reina rige un Estado, quien gobierna rige algo, por lo que quién reina, pero no gobierna no puede regir nada que no sea un Estado. Como lo que nos preocupa es el Estado y rechazamos todo autoritarismo, sea gubernamental o regio, nos quedamos como estábamos: quien reina rige un Estado, quien gobierna rige algo.

Visto lo visto y consultado lo consultado, supuestamente, la mayoría de los ciudadanos intuimos o sabemos parte de la solución y es de suponer que su Majestad Felipe VI no es tan cándido de ignorarla.

Yo, humildemente, le recomiendo a su Majestad Felipe VI que reflexione con serenidad antes de tomar ninguna decisión, equivocada o no. E igualmente le propongo que promulgue un Real decreto claro y conciso que concrete y puntualice lo siguiente:

«Ningún (ni uno) político que, desde el 20 de diciembre 2015, fue elegido por los ciudadanos de este país, para gobernar, del cual yo soy Jefe de Estado, legal, no en funciones, podrá cobrar importe alguno desde esa fecha, hasta que se forme Gobierno. Puntualizando que cualquier importe que se hay percibido desde la fecha anteriormente indicada, deberá ser devuelto con urgencia y sin aplazamientos. Igualmente, los gastos ocasionados por las segundas elecciones y percibidos por los partidos serán devueltos».

Con letra pequeña, esa que hay en muchos contratos que no leemos o entendemos, puede añadir. «No hay empresa en el mundo que siente en una mesa un trabajador, no le mande nada, ni haga nada y cobre. Normalmente se le despide.» Supongo que lo entenderán. ¿No cree, Majestad?

Simplemente, Majestad, intuyo y creo que, con esto, mañana tiene o tenemos Gobierno. Para finalizar este simplemente, un poco jocoso, pero real, ya que hoy estoy de diccionario y lecturas, transcribo el santo Evangelio, según san Lucas (14,25-33) que dice resumido:

«En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: ‘Si alguno de vosotros viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla?’».