Servilleta, teléfono y burofax

27 agosto 2020 08:10 | Actualizado a 27 agosto 2020 08:22
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El fichaje de Messi, a los 13 años, se sustanció en una servilleta y su adiós, en un burofax. Minguella y Rexach apostaron por la perla.

Bartomeu se la ha dejado escapar ayudando a la tentación que ya tenía el crack, mediante la fría despedida de su amigo Suárez con una llamada de teléfono de Koeman. Dos por uno: Suárez era el tercer máximo goleador de la historia del Barça después de Messi (el primero) y de César.

No hay instrumento jurídico más débil que una servilleta, pero el cuento de hadas comenzó así. Ahora puede acabar en los tribunales.

Messi, que lo ha sido todo, está enfadado, como Cruyff cuando devolvió la medalla. El Barça deberá negociar a tres bandas: con Messi y con el club que le acoja. No puede querellarse contra la historia.

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