Totes les cartes del dia

19 mayo 2017 21:58 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:30
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Ridiculizar a bordo del tren

Como constante usuaria del servicio Renfe, tanto por motivos académicos como por ocio y tiempo libre, estoy acostumbrada al trato con el personal de la empresa, y muchas veces ha sido gratificante la atención recibida por parte de los empleados, pero, el miércoles 26 de agosto, en el trayecto de Tarragona a Port Aventura en la línea R16 18255 RE que hace parada a las 17.24 h. en Tarragona, quedé muy disgustada con el trato recibido.

Antes de subir al tren, validé mi tarjeta en la máquina de validación, y leí en ella perfectamente que me quedaban 37 viajes y caducaba el día 17 de setiembre. Cuando llega el tren (tarde, como de costumbre), al subir saludo al revisor, por educación, a lo que éste no me devuelve el saludo.

Como iba acompañada por un amigo y una amiga, buscamos un lugar donde pudiésemos estar juntos, y, tres vagones después, llegamos al principio del tren, sin éxito en la búsqueda. Cuando paramos, veo al revisor (el mismo que no me saludó antes) venir corriendo tras nuestro, a lo que se me planta delante, sin pedirme el billete, ni saludarme, y busco mi tarjeta.

La encuentro y se la doy. «Tarjeta no válida», espeta, con aires de prepotencia. «¿Cómo?», le pregunto «2,85, paga el billete», a lo que le contesto: «La he validado en Tarragona». «Tú no la has validado en Tarragona». «Sí lo he hecho, y me quedan 37 viajes y caduca el día 17», contesto.

«2.85. Si la hubieras validado en Tarragona no corres tanto», me repite, a lo que la gente del vagón estaba mirando a ver qué pasaba, por la situación tan anormal y las respuestas tan fuera de lugar del revisor. «¿Puedes hacer el favor de comprobar que he validado mi tarjeta?», le pregunto, a lo que mete la tarjeta en la máquina, me la devuelve, y se va, pero le digo: «¿Qué pone?» «No sale nada», me contesta, y sigue su camino, sin revisar el billete a nadie más, sin pedirme disculpas ni aclarar el malentendido. Yo validé mi tarjeta, se me descontó un viaje, y no hice nada fuera de lugar como para el trato vejatorio que recibí ese día. Llamé la misma tarde a Renfe –a un teléfono de cobro, por cierto– y me dijeron que no podían hacer nada al respecto.

En resumen, servicio pésimo, atención nefasta injustificada y ridiculización por tal de coaccionar a un cliente que ya ha pagado a adquirir un billete y, así, ganar más dinero. Negocio sucio en general.

Laura Rodríguez Martínez

(Tarragona)

Ara, Països Catalans?

Ho sento per Catalunya, ho sento per CDC, ho sento per Mas i ho sento per mi mateix com a català i espanyol, però, vistes les declaracions dels presidents d’Aragó, València i Balears, senyors Javier Lambán, Màximo Puig i Francina Armengol, la creació –potser no ara–dels Països Catalans no deixa de ser una quimera o una utopia, com vulgueu dir-ho.

I si abans amb menys partits, però més forts, més units, ja era complicat arribar a un acord amb majoria, no diguem ara, amb els CDC, ERC. SI, PSC, PPC. C’s, ICV, UPD, CDC, UDC, etc. Si no està gens clar que el 27-S en traguem l’aigua clara i d’estadístiques n’hi ha de tots colors, com la Generalitat s’embolica en projectes de tal envergadura? Si encara l’estelada no oneja enlloc oficialment?

Senyors polítics, per favor, tinguin més seny del que presumeixen, que per alguna cosa els hem elegit, perquè pensin, treballin i decideixin per nosaltres. Això sí, amb prudència i sensatesa.

Finalment, una recomanació d’avi –apolític però entenimentat– pas a pas, de mica en mica, hi ha menys perill de caure o després de l’1 ve el 2. Doncs!

Pau Òdena

(Tarragona)

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