We want Germany

Así decían rótulos sobre cartón que los refugiados sirios exhibían desde las ventanillas de un tren anclado en tierra húngara: «We want Germany». El tamaño del cartón no daba para «We want to go to Germany”» (Queremos ir a Alemania), pero la frase mutilada ganaba como declaración de amor.

¿Qué ha pasado para que Angela Merkel, demonio con faldas, se transmutara en ángel de luz? La canciller supo leer la magnitud del drama y abrió las puertas a esta procesión de refugiados que atraviesan países para salir de la violencia y el hambre. Alemania es el país más solidario de Europa. Cierto es que los inmigrantes son un pilar básico para la economía debido a su déficit de natalidad.

¿Y España? Con el mayor índice de paro, y molesta de que Europa no la atendiera cuando la oleada migratoria llegaba a sus costas, no ha sabido reaccionar y cuando lo haga parecerá que lo hace forzadamente.