Wifredo Espina recuerda que en el franquismo la censura le devolvió un artículo con la anotación: «No publicable. Falta de entusiasmo». Creía yo que esto era irrepetible, pero leo que Filipinas aprueba una ley que prevé multas a quienes muestren poco fervor al cantar el himno nacional.
El Parlament no quiere imponer entusiasmo por el referéndum, pero sí ayudar a que lo haya. Para ello, por iniciativa de la CUP, seguida ciegamente por Junts pel Sí, se amenaza a los medios de comunicación privados (los públicos ya los controlan) en retirarles la publicidad institucional si no aceptan anuncios del referéndum.
Es decir, si no quieren referéndum, tampoco tendrán reciclaje, previsión de incendios o precauciones contra la insolación. Es una medida preventiva para alimentar el entusiasmo. En los últimos 40 años de periodismo no había visto nada parecido. Todo sea por la República.