Artur Mas sale reforzado

Artur Mas se dio ayer un nuevo baño de fervor independentista con motivo de su declaración ante el juez como imputado por la organización del 9-N. En un momento crítico para los partidarios de la independencia, por la insuficiente rotundidad de los resultados electorales del 27-S y la incertidumbre en las negociaciones para la investidura del president, la comparecencia de ayer sirvió a Mas para recuperar la unidad de las fuerzas que defienden el derecho de Catalunya a decidir su futuro en las urnas. Al mismo tiempo, la presencia de 400 alcaldes con sus varas de mando, y la presencia emotiva de miles de personas, ha reforzado la imagen de liderazgo de Mas y ha añadido responsabilidad a la CUP de cara a sus reticencias para permitir la investidura del líder convergente. Todo ello ratifica el error del gobierno de Rajoy al empeñarse en resolver el problema catalán por la vía judicial. Mayor sería todavía la impericia gubernamental si la Fiscalía General del Estado concreta sus amenzas de ayer y promueve alguna actuación judicial contra el acto de apoyo a Mas. Cada actuación en este sentido no hará más que multiplicar el número de seguidores del independentismo. El Gobierno central debe afrontar el problema por la vía de la negociación política, con inteligencia histórica y con argumentos convincentes que avalen la evidencia de que en el siglo XXI las naciones caminan hacia la unidad, el entendimiento democrático y la concordia.