El balcón más famoso de Catalunya es el de la Generalitat, donde se asomaron en momentos decisivos Macià, Companys y Tarradellas. El más conocido del mundo, el del Vaticano, donde se anuncia el Habemus Papam. El más trágico, el del Motel Lorraine de Memphis (Tennessee), donde el 4 de abril de 1968 Martin Luther King fue asesinado por un francotirador.
El más literario, desde Shakespeare, es el de la Casa de Julieta en Verona, que escalaba Romeo para mostrarle su amor.
En Tarragona gozamos del Balcón del Mediterráneo, y desde hace unas semanas salimos a los de nuestras casas a aplaudir a los sanitarios. Nuestros balcones tienen algo de todo: reconocen que estamos en momentos decisivos, son anuncio de un nuevo mundo, y altavoz de amor a los valientes.