Una vez en marcha la Ley de Amnistía, el foco se ha puesto en los plazos y no en el número de afectados. Los independentistas hablaron a veces de 3.000 a 4.000 represaliados, incluso Boyé mantuvo estas cifras.
En septiembre pasado Omnium ajustó el número a 1.432 entre condenados penalmente (113), con causas abiertas (387), sancionados (880) y otros (52).
Más recientemente, Junts dijo que los amnistiados serían unos 1.000 y el ministro Bolaños redujo la cifra a 372, incluyendo en ellos a 90 policías.
Es cierto que al final el número exacto dependerá de los jueces, pero resulta curioso que ahora entre los negociadores de la amnistía apenas se hable de números, quizá porque el PSOE no quiere reconocer que son muchos y Junts y ERC que son pocos.