Doble disparo en el pie del tándem Casado-Ayuso. Historia de otra desvergüenza de los políticos

El origen de la crisis del PP. Un lanzador de huesos de aceituna, un falso estudiante de Harvard y la ‘community manager’ de una perrita empujan a la centroderecha española al abismo

21 febrero 2022 19:00 | Actualizado a 22 febrero 2022 06:28
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¿Qué se puede esperar de una historia protagonizada por un campeón mundial de huesos de aceituna, la community manager de Pecas, la perrita de Esperanza Aguirre y de un joven que afirmaba tener un flamante master en Harvard cuando en realidad había hecho un cursito de cuatro días en Aravaca?

Pues lo que se podía esperar: una historia lamentable, vergonzosa y patética que ha protagonizado la vida política de este país en la última semana y que estalló el pasado jueves con un doble disparo en el pie del tándem Casado-Ayuso.

Creo que es importante destacar el origen de los tres protagonistas de esta saga continuación de Los Inmortales (1986 Russell Mulcahy) éxito de taquilla protagonizado por Christopher Lambert y cuyo lema «sólo puede quedar uno», podría titular el episodio.

El XIX Congreso del PP de 2018 es el origen donde hay que buscar las razones de lo que ha sucedido.Tras la moción de investidura que descabalgó a Rajoy y a toda una generación del centro derecha más tradicional y con una formación más sólida, accedieron al poder un grupo de jóvenes procedentes de las Nuevas Juventudes del partido llenos de ambición pero vacíos de principios y parece ser de la mínima formación que alguien que aspira a representar al conjunto de la ciudadanía debería tener.

Sólo hay que intentar meterse en la cabeza de estos tres protagonistas y rebuscar en qué procesos mentales les llevaron donde han acabado para entender un poco lo que está pasando: una clara degradación de la clase política que amenaza por un lado con llevarse por delante al primer partido de la oposición en España y como efecto secundario agrandar la base de los antisistemas que a veces no son más que simples ciudadanos hartos de la incapacidad o desvergüenza de los políticos que los representan.

Esperanza Aguirre siempre tan aguda y con tanta autoritas se ha apresurado a llamar a los dos dirigentes de Genova «Chiquilicuatres» olvidándose -tan castiza ella- de que ella ha liderado la comunidad del país con mayor índice de corrupción.

Antes de abordar lo fundamental destacar que el actual presidente del PP Pablo Casado ya es oficialmente un cadáver político tras haber pasado en un periodo de cinco horas de acusar a la presidenta de la Comunidad de Madrid de corrupción y a su hermano de utilizar testaferros… a aceptar las explicaciones de Ayuso sobre la comisión cobrada por su hermano.

Es evidente que ha perdido la partida demostrando una vez más su endeblez personal y política. No tiene ni peso ni altura ósea -…es la «nada» hecha político. Esa «nadería» no ha podido con la caradura monumental con la que ejerce la política la presidenta madileña Díaz Ayuso que si en abril de 2020 y en plena pandemia le dio igual alquilarse dos pisazos de lujo sin sonrojarse ahora superará sin dudas esta polémica familiar al pertenecer a la concurrida especie de los «sin escrúpulos» que abunda en la derecha española.

No puedes tirar la piedra y esconder la mano como ha hecho el tándem Casado-Egea acción que si mucho no me equivoco les va a costar el liderazgo de la fuerza política. Casado que anunció tras la debacle de las elecciones catalanas que se mudarían de Génova como acto de renovación, va tener que mudarse él antes a su casa acompañado del inefable lanzador de huesos.

Pero que todo este sainete no nos evite recordar lo esencial: en abril de 2020 cuando morían miles de personas al día y estábamos todos encerrados asustados en casa,el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Tomás Díaz Ayuso cobró (que se sepa… ya veremos si no salen más facturas suyas cobradas) unos 50.000€ por gestionar la venta de unas mascarillas.

Da igual que el contrato fuera correcto, que se cumplieran todos los trámites y que nos creamos (jaja) que la empresa que utilizó su hermano no fue simple testaferro. Lo indiscutible es que Isabel Díaz Ayuso debía haber evitado ese cobro y al no hacerlo demostró una falta de ética, moral y ejemplaridad que muestran bien a las claras en qué manos está la ciudadanía de Madrid.

Una vez más… Madrid no se merece a estos dirigentes. Pero como hoy la mitad y un poco más de los ciudadanos censados les votan y les jalean sus gracias mucho me temo que nada va a cambiar.

Por eso la justicia (ay la justicia) debe actuar de una forma contundente como ya lo hizo en el pasado para limpiar toda esta basura que se amontona en los despachos y liberar esta comunidad.

Periodista. Javier Pons inició su carrera en Radio Reus. Ha sido director de “El Terrat”, director de TVE y CEO de Prisa Radio. Actualmente dirige la productora Globomedia (Mediapro).

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