Whatsapp Diari de Tarragona
  • Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
    Diari
    Comercial
    Nota Legal
    • Síguenos en:

    Demasiada política, poco sentido común

    05 febrero 2023 20:21 | Actualizado a 06 febrero 2023 07:00
    Participa:
    Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
    Comparte en:

    El Consejo de Ministros aprobó la ley del ‘solo sí es sí’ el 6 de julio de 2021. No era una fecha baladí: se cumplía un lustro desde que los integrantes de La Manada agredieran sexualmente a su víctima en los Sanfermines, una violación tipificada así por el Supremo después de una sentencia inicial por abusos en Navarra y tras una indignación ciudadana sin precedentes.

    La norma que buscaba blindar el libre consentimiento para no dejarlo a la interpretación de los jueces salía del Gobierno hacia las Cortes dejando ya heridas entre el hoy exvicepresidente Pablo Iglesias y el Ministerio de Igualdad, por un lado, y la también exvicepresidenta Carmen Calvo y el ministro de Justicia Juan Carlos Campo, ahora en el Tribunal Constitucional, por otro. Pero fue este noviembre, con la aplicación del nuevo marco de penas que aúna el abuso y la agresión, cuando se levantó el tapón de una crisis con 400 recortes de condena ya.

    Tres meses después, los socios de gobierno siguen sin ponerse de acuerdo y, como no, la oposición hurga en una cuestión tan sensible para sacar rédito político. No ha sido hasta ahora, en año electoral, cuando Pedro Sánchez se ha decidido a reformar una ley polémica.

    Hasta este momento parecía importarle más la tranquilidad en la coalición que los perversos efectos de la norma. Mientras la ministra de Igualdad, Irene Montero, se empeña en no rectificar e insiste en que son los jueces los que hacen mal su trabajo. Da la impresión de que las dos alas del Gobierno y la oposición anteponen sus propios intereses políticos a la mejora de una ley.

    Demasiada política y poco sentido común. Que la mujer tuviese que demostrar que se había resistido a una agresión sexual era una vergüenza. La idea de que el consentimiento es fundamental intenta paliar aquel fallo.

    Pero no se puede esperar más para reformar una normativa que favorece a los agresores.

    Las dos alas del Gobierno y la oposición parecen anteponer sus intereses a la imprescindible reforma de la ley del ‘solo sí es sí’
    Comentarios
    Multimedia Diari