La plataforma ciudadana «Dignitat a les vies» se manifiesta hoy en Barcelona para reclamar exactamente eso: que los usuarios de los trenes del Sur de Catalunya sean tratados como se merecen, con dignidad, con eficacia, con respeto. Este Diari se ha hecho eco de la indignación de miles de tarraconenses de toda la demarcación que asisten impotentes a la degradación absoluta de uno de los servicios públicos más esenciales: el tren. El transporte ferroviario tiene muchas ventajas y es el preferido por un gran número de personas, pero la dejadez de las últimas décadas lo ha llevado a una situación insostenible. Retrasos de horas, poca fiabilidad, suciedad, seguridad, horarios poco eficientes, son los elementos de este cocktail Molotov, que hoy se expresa en Barcelona delante de la Estación de Sants.
Hartos de trenes que no llegan o que llegan tarde, los tarraconenses se manifiestan hoy en Barcelona para exigir soluciones
El próximo sábado lo hará la plataforma «Mercaderies per l’interior» que exige algo tan obvio como que la seguridad de los tarraconenses sea tenida en cuenta como prioritaria y se evite el paso de trenes con mercancías peligrosas por el interior de la ciudad. Ambas reivindicaciones responden a un Basta Ya más esencial: lo servicios públicos no pueden continuar su deterioro y a las administraciones públicas -ya sea la Generalitat o el Estado- se les ha acabado el crédito de promesas. No pueden continuar aplazando las reuniones, no pueden seguir despistando y poniéndose de perfil. Tienen que adoptar medidas inmediatas. No es sólo una cuestión tarraconense. Los trenes sufren de la dejadez también en otros lugares, sino que se lo digan a los usuarios franceses o alemanes (sí, tampoco funcionan los trenes en Alemania) o los de Rodalies. Pero mal de muchos no es consuelo de nadie. El hartazgo no es una buena señal, luego alguien se preguntará que por qué la abstención aumenta, por qué la desafección aumenta, por qué el populismo aumenta, por qué la falta de respeto aumenta, y la respuesta puede ser tan sencilla como esta: porque no funcionan trenes como deberían.