Gran Bretaña, ante la segunda oleada del virus, acabó cerrando los pubs, al menos a partir de las diez de la noche. Las medidas restrictivas afectaron en principio a grandes ciudades como Edimburgo y Glasgow, en Escocia, o a Manchester y Liverpool, del norte de Inglaterra.
Estos establecimientos forman parte de la identidad inglesa como la Corona, el Parlamento, la caza del zorro y los cementerios de perros. Augusto Assía escribió que Shakespeare frecuentaba la Taberna del Gallo y Dickens, la Old Cheshire Cheexe. No mencionaba los pubs en los que se sentaba la voluminosa figura de Chesterton, en la zona de Fleet Street, porque la lista hubiera sido demasiado larga.
¡Los pubs! Boris Johnson siempre parece que acaba de salir de uno de ellos.