El ganador de la guerra

Vladímir Putin, que llevaba muchos años movilizando todos los recursos imagi-nables para ganar influencia mundial y desprestigiar a los demás, ha fracasado

31 marzo 2022 05:00 | Actualizado a 31 marzo 2022 10:26
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

En Ucrania continúan los combates, sigue viva la amenaza y las víctimas aumentan a diario, manteniendo la incertidumbre. Ante la heroica resistencia de los ucranianos, persisten las interrogantes, que no habían sido pronosticadas, sobre quién será el vencedor. La Rusia de Putin, muy superior en todo menos en moral militar, está sembrando dudas sobre su potencial armamentístico. Algunas veces el panorama de la guerra recuerda aquellos gigantescos desfiles militares que montaba la vieja guardia comunista del Kremlin para atemorizar al mundo occidental con vehículos de pacotilla disfrazados de tanques con una capota de latón. Con todo, en Ucrania la desproporción entre invasores e invadido es enorme y hacer pronósticos, más que arriesgado.

Los ucranianos ya se han apuntado la victoria de la imagen y las simpatías generalizadas

Hay, por supuesto, eso sí, un primer ganador claro: los ucranianos ya se han apuntado la victoria de la imagen internacional y las simpatías generalizadas. Los esfuerzos de Rusia para hacer creer que la razón estaba de su parte han fracasado. Nunca faltan opiniones contrarias, pero en este caso las que despiertan la admiración de Ucrania son avasalladoras. Vladímir Putin, que llevaba muchos años movilizando todos los recursos imaginables para ganar influencia mundial y desprestigiar a los demás, ha fracasado. Su propia imagen nunca había despertado especial admiración, pero ahora ha caído en el mayor desprestigio para un líder público y despertado el rechazo como el personaje más vil del momento.

Los medios de comunicación han venido reflejando muy bien la evolución de la opinión pública sobre la nueva Rusia, luchando por la democracia, que parecía estarse acomodando a las libertades del contexto geopolítico mundial. Hoy, sin embargo, es el país que despierta más rechazo agravado por el recuerdo reciente de la Unión Soviética y sus dictaduras implacables. Ocurra lo que ocurra en la guerra, llévese Rusia la parte que probablemente obtenga en el robo a la soberanía de Ucrania, el nuevo zar criado en los despachos del KGB y las artes de la represión, Vladímir Putin, ya tiene un puesto en la historia contemporánea: se está incorporando a la tripleta de sátrapas, de asesinos de vocación, junto a sus dos grandes predecesores: Hitler y Stalin. Todavía es pronto para hacer previsiones, pero anticipar que el futuro de Putin, al menos en el ámbito internacional, quedará condenado al rechazo personal mientras Rusia, su país, tardará mucho en recobrar la normalidad que está perdiendo tanto como potencia mundial como en el peso de su economía, tan necesitada por cierto de ayuda exterior para sacar a una gran parte de sus habitantes de la pobreza.

Comentarios
Multimedia Diari