La histórica Nit del Turisme se ha rebautizado y, bajo el nombre de SOM Turisme, se ha erigido de nuevo como el gran evento del sector en la Costa Daurada. Con nombre y formato distinto del que era habitual años atrás, y con el Celler de Vila-seca como escenario de lujo, el evento volvió a ser anoche punto de encuentro de empresarios, gestores y políticos. Aquel lugar donde poner en valor el trabajo realizado, las buenas cifras obtenidas y los proyectos de futuro, conscientes al mismo tiempo de los puntos débiles.
Los datos son optimistas. En la Costa Daurada se registraron este año 4.840.189 de llegadas con 18.247.565 pernoctaciones; mientras que en las Terres de l’Ebre las llegadas fueron 420.994. Y las cifras del Aeropuerto, a pesar de los pesares, también van mejorando y ya han superado el millón de pasajeros, alcanzado niveles que no se obtenían desde 2019. La infraestructura está pendiente de mejorar las conexiones, principalmente ferroviarias, y poco a poco va despertando más interés de un público internacional que suma también valor añadido.
La noche sirvió para repasar datos, realizar parlamentos políticos y, especialmente, poner en valor los proyectos empresariales que impulsan el sector de la mano de la 32 edición del Premi Jordi Cartanyà de Turisme 2023. También para hablar en un lugar distendido, cara a cara, con calma. Es importante que, de vez en cuando, un sector tan estratégico como el turístico se encuentre para repasar datos, hacer balance, intercambiar impresiones y hablar de futuro. Y más en un momento en que el mercado internacional tiene cada vez más interés en nuestra zona. Seamos optimistas.