Si introducimos una rana en un cazo con agua, y vamos elevando progresivamente la temperatura, la rana va adaptando su temperatura a la del agua. Si el proceso continúa hasta llegar a la ebullición del agua, la rana muere hervida, al no ser capaz ya de salir del cazo en ebullición.
Tenemos evidencias científicas de la realidad del cambio climático, tanto a nivel global, pérdida de glaciares, fenómenos atmosféricos extremos, sequías, etc... como en la puerta de nuestra propia casa, ríos sin agua, delta del Ebre en retroceso, playas sin arena, pantano sin apenas reserva de agua, y como especie, somos como la rana que se va adaptando al aumento de la temperatura sin parecer importarle el más que presumible fatal desenlace.
El concurcs de Focs se enfoca hacia el mar, y toda la carcasa, residuo y demás componentes, más de 100 kilogramos, son lanzados consciente e impunemente al mar
Al margen de actuaciones individuales, en la conciencia colectiva no se ha encendido ninguna alarma que nos prevenga del peligro, y lo que es peor, nuestra filosofía sigue siendo la de acomodarnos, de la mejor forma posible, en el cazo ardiendo.
Y como muestra, sirve el concurcs de Focs que se celebra cada año en Tarragona. Posiblemente por motivos de estética, se enfocan hacia el mar, y toda la carcasa, residuo y demás componentes, más de 100 kilogramos, son lanzados consciente e impunemente al mar, como si ello no tuviera ni importancia ni trascendencia, cuando genera una indiscutible contaminación y afectación a la biodiversidad. La recogida que se promueve el último día ni evita la contaminación ni permite la recogida de todo lo que se arroja.
Nuestra propuesta es renaturalizar toda la zona de la Punta del Miracle, y ello pasa por eliminar el mamotreto, y asimismo, preservar la zona de actividades que sean contaminantes y puedan ser evitadas.
Una propuesta sería la de sustituir el concurso de focs por el Concurs de Drones, más versátiles, más espectaculares y más respetuosos con el medioambiente
Pero con todo, lo más preocupante seguramente es la comodidad de todos frente a la situación: ni ciudadanos, ni organismos, ni empresas alzan la voz solicitando cambios. Como la rana a la que suben una pocas décimas la temperatura. E insistimos, asumir una filosofía que acepte la contaminación como algo normal o irrelevante nos abocará directamente al desastre.
Nosotras pensamos que otro modelo es posible: los fuegos artificiales han quedado desfasados en la era digital, y una propuesta sería la de sustituir el concurso de focs por el Concurs de Drones, más versátiles, más espectaculares y más respetuosos con el medioambiente.
Necesitamos una conciencia colectiva fortalecida, consciente de nuestras necesidades y de nuestras limitaciones. Aún estamos a tiempo de saltar del cazo hirviendo.
