Amigo lector, tenga la bondad de dedicarle unos minutos a mi recomendación sobre cómo está nuestro comercio, las ideas para revitalizarlo, animar al comerciante para llevarlas adelante, eso sí, siempre con la ayuda y soporte de nuestra bendita administración.
Hace unos días la Hiperpapelería Carlin situada en la calle Rovira y Virgili, al lado de la Rambla Nova, anunciaba su cierre y traslado a la vecina ciudad de Reus. Hace tres meses en la Vall de l’Arrabassada cerraba un gran centro dedicado a la ferretería y bricolage anunciando que se trasladaban a la misma ciudad. Y no son tiendas pequeñas, más bien diría que de una superficie sobre los 250/300 m2 y fachadas de 150 a 200 m. Eso son áreas comerciales.
La historia nos cuenta de la rivalidad entre Tarragona y Reus. Pero el futuro de nuestras dos ciudades es ‘remar’ juntas todo lo posible y creo que es más inteligente unir que separar
Mercurio fue una deidad primitiva con una importante fiesta durante la cual los comerciantes rociaban con agua del pozo sagrado sus cabezas. En el Circo Máximo, entre los centros Aventino (plebeyos) y el Palatino (patricios) se le adoraba como un veloz dios del comercio y el viaje, enfatizando el papel como mediador. Pues ese es el papel que modestamente me arrogo yo en estos momentos.
La historia nos cuenta de la rivalidad entre Tarragona y Reus, y aunque la competencia sea una recomendable actitud en estos tiempos de crisis, epidemias y desasosiegos, yo creo que el gran remedio es el entendimiento y la colaboración entre las personas para hacer frente a estos difíciles tiempos que nos toca vivir. El futuro de nuestras dos ciudades es ‘remar’ juntas todo lo posible y creo que es más inteligente unir que separar.
Después las elecciones creo que nuestros políticos deberían agudizar el ingenio para darle un impulso a nuestro decaído comercio y no por falta de entusiasmo del comerciante. ¿No da pena y tristeza pasear por Tarragona y ver la gran cantidad de locales comerciales cerrados? Creo firmemente que este es un problema más de nuestro gobierno municipal que de los propios comerciantes.
¿No da pena y tristeza pasear por Tarragona y ver la gran cantidad de locales comerciales cerrados? Creo que es un problema más de nuestro gobierno municipal que de los comerciantes
Una buena idea son las ferias que tenemos, como son las del vino y la del aceite y es alentador ver que tienen un gran éxito, pero hay muchos comercios a los que les es difícil salir a la calle y ahí tendrían que actuar nuestras autoridades buscando el modo o sistema de animar a nuestro comercio, buscando nuevas ideas, visitando otras ciudades, ferias y acontecimientos comerciales.
Hace unos años se hizo el ‘Tarragona Marca’, y durante varios años se repitió con gran éxito. Repetirlo no sería mala idea y en el Campo de Marte, un marco único y muy acogedor.
Y por qué no intentar hacer proyectos comerciales abarcando a más territorios y realizarlos conjuntamente entre Reus y Tarragona, lograríamos un impacto que llegaría a otras ciudades del territorio nacional, para eso sobra el miedo y hace falta empuje y valor, ¿no?, pues adelante.
En pleno siglo XXI la unión hace la fuerza, eso es lo que necesitan comercio y comerciantes y cuando estos acudan a las instituciones con sus propuestas los reciba un brazo amigo y no un funcionario que los mire de soslayo.
Si «el comercio es vida», pues dejémonos de niñerías y pongámonos a trabajar con todas nuestras fuerzas para empujar a nuestro comercio al éxito, sin poner trabas ni peros, el mundo es de los arriesgados y valientes. Quedarse en casa «lamiendo nuestras heridas» no nos va a llevar ni al triunfo ni al éxito.
